Josu MONTERO
Escritor y crítico literario

¿Eduqué?

Comienza el curso y es necesario que alguien con profundo conocimiento de causa nos lo recuerde: que más allá de reformas infinitas, «las teorías neoliberales han impuesto sus principios al mundo de la educación». Es el filósofo y profesor italiano Nuccio Ordine: «Desde la primaria hasta el doctorado, toda la cadena educativa se ha puesto al servicio del llamado crecimiento económico, de las exigencias del mercado y de la empresa».

¡Todo ese diabólico sistema de créditos, sellos de excelencia y financiación de los centros! Una educación basada en el rendimiento –dice Ordine– es fruto de una peligrosa visión utilitarista del conocimiento. Al final de la cadena de producción educativa tenemos especialistas en saberes instrumentales con un gran conocimiento del qué y del cómo, pero una ignorancia supina y un absoluto desentendimiento del porqué y del para qué.

«Una educación basada en el mercado terminará ofreciendo a las generaciones futuras una imagen distorsionada del conocimiento y de la humanidad», afirma Ordine, e insiste en que la educación debería preparar para poner en cuestión los modelos únicos impuestos por la economía y por la tecnología, y que cultivar las propias pasiones vale más que cualquier éxito económico. En “Prohibido aprender” o “Devaluación continua”, el escritor y profesor Andreu Navarra analiza cómo las ocho Leyes Generales de Educación de la democracia, el exceso de legislación y la burocracia han degradado la calidad de la enseñanza y contribuido a consolidar el modelo neoliberal, clasista y economicista.