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La derrota en Lisboa empaña la victoria socialista en las municipales de Portugal

Los socialistas del primer ministro, Antonio Costa, ganaron las elecciones municipales del domingo en Portugal, pero esta victoria, más corta que la de 2017, se ve empañada sobre todo por una derrota inesperada en Lisboa, su bastión desde hace 14 años.

Según los resultados conocidos ayer, el partido Socialista ganó las elecciones municipales en Portugal por tercera vez consecutiva, con el 34,4% de los votos y al menos 147 municipios, frente al 31% de los votos y 110 ayuntamientos de la oposición del Partido Socialdemócrata (PSD, derecha) y sus aliados.

El declive del Partido Socialista se esperaba tras el histórico resultado obtenido cuatro años antes, con el 38% de los votos y 161 ayuntamientos.

Pero además, los votantes de la capital frustraron todas las previsiones al dar el ayuntamiento de Lisboa a Carlos Moedas, cuya amplia coalición de derecha venció con el 35,8% de los votos contra 31,7% para el alcalde saliente, Fernando Medina

Costa acogió con satisfacción una «victoria muy clara» a nivel nacional, al tiempo que reconoció la frustración provocada por una «derrota inesperada» en Lisboa. El primer ministro, alcalde de Lisboa entre 2007 y 2015, había colocado a la capital como feudo de la izquierda antes de dar paso a su delfín Fernando Medina, gran perdedor en las elecciones en un fracaso que calificó de «personal».

El próximo alcalde de la capital, Carlos Moedas, fue comisario europeo de Ciencia e Innovación (2014-2019) y, previamente, secretario de Estado en el Gobierno de derecha encargado de actuar de enlace con la troika de acreedores (UE-BCE-FMI) que en 2011 concedió a Portugal un plan de rescate financiero a cambio de recortes presupuestarios. Sin embargo, estas elecciones locales se celebraban en un contexto favorable al Ejecutivo socialista que contaba con una de las campañas de vacunación más avanzadas del mundo, y se prepara para levantar el viernes la mayoría de las restricciones aún vigentes para frenar la epidemia.

En total, más de sesenta municipios cambiaron de color político tras unas elecciones también marcadas por un aumento de la abstención (46,3%). Además de la capital, los socialistas fueron derrotados por la derecha en Coimbra o en Funchal, la capital de Madeira.

El PS ganó, sin embargo, contra los comunistas en Almada y Loures, en las afueras de Lisboa. Los partidos de izquierda que apoyan al Gobierno obtuvieron un resultado a la baja. En Oporto, el independiente Rui Moreira renovó su mandato, como anticipaban las encuestas. El partido de extrema derecha Chega obtuvo el 4,2% de los votos, pero no ganó ningún ayuntamiento.