La medida afectará a las plantas de Olaberria y Bergara, que están consideradas como un único centro de producción y son instalaciones dedicadas al negocio de productos largos de las acerías eléctricas, que son las que se ven más afectadas por el actual incremento del precio de la electricidad.

En Euskal Herria, Arcelor Mittal cuenta además con plantas en Zumarraga, Etxebarri (hojalata, chapa cromada, y maleis) y Sestao (bobina laminada en caliente). En Nafarroa está implantada en las localidades de Lesaka, Berriobeiti y Legasa.

La compañía aseguró que se ha visto forzada a efectuar una «pausa corta y selectiva de producción» en algunos de sus hornos de arco eléctricos en Europa que fabrican algunos productos, generalmente utilizados en el sector de la construcción.

Esta decisión se suma a la anunciada en un sentido similar por la empresa del mismo sector Sidenor.

Según Arcelor Mittal, esta medida responde a los cambios diarios en los precios de la energía, «lo que supone un gran desafío para producir acero a costes económicos», si bien aseguró que no espera que esta decisión tenga un fuerte impacto en el volumen de su producción o su capacidad a la hora de atender la demanda que le plantean sus clientes.

Arcelor Mittal produce en el continente europeo unos 40 millones de toneladas de acero anualmente, de los cuales diez millones van a parar al sector de la construcción.

Críticas de LAB

Mediante una nota de prensa, LAB acusó a Arcelor Mittal de haber tomado esa decisión sin «ninguna justificación económica». Así, el sindicato achacó a la empresa utilizar «estrategias de chantaje» y alegó que las multinacionales quieren utilizar la amenaza de las paradas para que el Ejecutivo de Sánchez «baje el coste de la luz y los costes laborales».

Asimismo, LAB recordó los beneficios que ha obtenido la siderúrgica en la primera mitad de este año: «En los primeros meses de 2021, Arcelor Mittal ha obtenido un beneficio neto de 5.322 millones de euros. La empresa ha obtenido el mejor resultado de los últimos 13 años».

LAB tachó la decisión tanto de Sidenor como de Arcelor Mittal de «inaceptable», añadiendo que «hará una defensa decidida del empleo y de las condiciones laborales en los centros de trabajo ante posibles ataques de la multinacional».

Finalmente, destacó que «la necesidad de soberanía de Euskal Herria se ha vuelto a poner de manifiesto: el poder total que la reforma laboral otorga a las empresas hace que recaiga en los trabajadores cualquier problema», en este caso, «el negocio de la luz privatizada».