Asier ROBLES
DONOSTIA
COLABORACIÓN TRANSFRONTERIZA

Cohesión socioeconómica, objetivo de la Eurorregión

La Eurorregión Nueva Aquitania-CAV-Nafarroa profundizará en los próximos años en su cohesión económica y social, así como en la eliminación progresiva de los obstáculos que la dificultan, según se desprende del plan estratégico 2021-2027 presentado ayer.

La profundización en la cohesión entre la región de Nueva Aquitania, la CAV y Nafarroa y el «fortalecimiento de las relaciones entre la ciudadanía» son los objetivos del Plan Estratégico para 2021-2027 de la Eurorregión que conforman los tres territorios, según remarcaron ayer el presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset; el lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, y la lehendakari de Nafarroa, María Chivite. Los tres participaron en la asamblea celebrada en el Palacio Miramar de Donostia para presentar valorar el recién acabado plan estratégico (2014-2020), actualizar las metas de cara al futuro y presentar el nuevo proyecto.

El plan se articula en torno a cinco ejes estratégicos que se concretan en 68 actuaciones: convertir la eurorregión en un «referente» en términos de cooperación transfronteriza; «cimentar» una sociedad transfronteriza «cohesionada»; potenciar su desarrollo económico, social cultural, medioambiental y demográfico; apostar por la innovación y las nuevas tecnologías, y desarrollar un modelo de territorio adaptable ante «situaciones de crisis» como ocurrió con la pandemia del coronavirus.

«Nueva hoja de ruta»

En su intervención ante la asamblea, Urkullu aseguró que los resultados y los hitos alcanzados hasta ahora por esta entidad permiten hacer una «valoración positiva». Explicó que se han aprobado un total de 140 proyectos de cooperación, por valor de cuatro millones de euros, y la atención a nuevas áreas de actuación, «incluyendo educación, mejora de las comunicaciones, desarrollo sostenible, economía del conocimiento, plurilingüismo o cultura».

La lehendakari Chivite, por su parte, describió el nuevo plan como «una nueva hoja de ruta» que confirma «el camino de cooperación regional transfronteriza y que nos orienta hacia un horizonte de cooperación, de trabajo en común con nuestros agentes, nuestras empresas, nuestra ciudadanía».

Urkullu señaló que, diez años después de su creación, la Eurorregión Nueva Aquitania-CAV-Nafarroa ya es un proyecto «consolidado» que afecta a casi nueve millones de personas. «En esta zona transfronteriza hemos desarrollado relaciones de solidaridad y miramos al futuro», indicó antes de añadir que la eurorregión es una «herramienta muy útil» para todas las personas que la conforman y para la colaboración entre distintos agentes e instituciones.

Pospandemia y Europa

El lehendakari de la CAV reconoció que la pandemia y el cierre de la frontera ha supuesto «un gran problema» para la ciudadanía transfronteriza. En este sentido, afirmó que, poco a poco, se van recuperando esas relaciones transfronterizas. «Apostamos por seguir trabajando juntos y juntas, reforzando el compromiso a favor de la integración en Europa», señaló.

«Estamos saliendo de una pandemia que nos ha enseñado hasta qué punto el planeta era frágil. Y una vez más tenemos que demostrar que somos innovadores y precursores. Europa, al igual que lo hizo tras la Segunda Guerra Mundial, tiene que seguir proporcionándonos paz y prosperidad», manifestó, al respecto, Rousset.

Urkullu avanzó que un objetivo para el periodo marcado en la asamblea, 2021-2027, será la eliminación progresiva de los obstáculos que dificultan la cohesión económica y social. «Nuestro proyecto impulsa la comunicación en toda su extensión, entre personas, instituciones, empresas, centros tecnológicos o de formación», explicó.

También se refirió al transporte al señalar que a la Eurorregión le corresponde promover una oferta de transporte transfronterizo multimodal, sostenible y cohesionador. «Debemos impulsar juntos el corredor atlántico como espacio de comunicación con Europa», indicó Urkullu.

Asimismo, Chivite señaló que en el Plan «confluyen» los intereses regionales de los tres territorios y el «alineamiento con la agenda política y financiera de la Unión Europea en el marco de financiación plurianual», pero que también se aprecia «el espíritu y la voluntad de superar las barreras a la cooperación transfronteriza y el deseo de convertir a los territorios de frontera en el motor de la construcción europea».