Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «Zutik!-Salvar el árbol»

Una reivindicación del juego infantil compartido

La nueva apuesta de la factoría vasca Baleuko parte de una premisa tan interesante como necesaria en estos días, la reivindicación y reactivación de los espacios públicos como lugares de encuentro y juego para los chavales. El sedentarismo y los males que ello acarrea para los niños –sobre todo en las grandes ciudades–, se convierten de esta manera en ese villano invisible que acecha detrás de los fotogramas de esta interesante propuesta, en el que la fantasía también se convierte en factor decisivo dentro de las peripecias que comaparten un grupo de chavales y unos duendes que preservan los árboles de los que nacieron.

El parque que acoge estos árboles pasará de ser lugar de juegos a una zona en peligro debido a la especulación de unos terrenos sobre los que se alzará una mastodóntica empresa tecnológica. Un entorno natural lindante a una ciudad de apariencia gris y contaminada que simboliza ese otro mundo paralelo y en el que los humanos viven supeditados a la tecnología.

Helene, la protagonista, vive en la ciudad y su padre es el alcalde obsesionado con llevar a cabo dicho plan urbanístico. A través de un encadenado de secuencias ágiles, “Zutik!” cumple con su doble cometido de entretener y concienciar sobre la problemática medioambiental.

Sabedores de que es muy difícil competir con los gigantes de la animación, desde Baleuko, y gracias a la dirección de Iker Álvarez y Haizea Pastor, han llevado a cabo un proyecto más que digno, en el que las carencias técnicas han sido suplidas por el ingenio y un guion perfectamente comprensible para los más pequeños.

Realizada en co-producción con Brasil, México y Perú, este largometraje animado en euskara se revela como un entretenido filme dotado de un cuidado diseño de personajes y en el que destaca la visión gris de la ciudad y sus habitantes, abducidos por las prisas y los artefactos tecnológicos.