Iraide IBARRONDO
GALDAKAO

«Mohamed sí tenía los papeles y sí estaba bajo tutela de la Diputación»

Mohamed El-Bachir, argelino de 17 años. Se trata de la identidad del cuerpo encontrado en el río Ibaizabal, a la altura de Galdakao, el pasado miércoles. Arratiako Harrera Sarea y Galdakaoko Elkarlaguntza Sarea aseguraron ayer que El-Bachir disponía de documentación y que se encontraba bajo tutela de la Diputación Foral de Bizkaia.

Arratiako Harrera Sarea (AHS) y Galdakaoko Elkarlaguntza Sarea (GES) confirmaron ayer que el joven de 17 años que apareció muerto el pasado miércoles en el río Ibaizabal, a su paso por Galdakao, es Mohamed El-Bachir, natural de Argelia. Los dos colectivos advirtieron de que la opacidad del caso ha despertado «todas sus alarmas» y, al contrario de lo que según algunos medios habría manifestado la Diputación de Bizkaia, sostienen que El-Bachir tenía pasaporte y que estaba bajo tutela de la institución foral.

Laura Ruiz, portavoz de Arratiako Harrera Sarea, criticó la falta de transparencia tanto por parte de los medios de comunicación como de las instituciones: «En los medios parecía que la Diputación no tenía la tutela de este chico y eso nos despertó las alarmas porque no tiene ningún sentido. En el caso de un chico, aunque no pueda demostrar su minoría de edad o que está en desamparo porque dice que es menor y no tiene ningún adulto a su cargo, la Diputación asume directamente esa tutela y la responsabilidad de cuidarle. Hemos confirmado por nuestras fuentes que este chico sí tiene los papeles y sí está bajo tutela de la Diputación».

Además, ambos colectivos exigieron que se aclaren algunas preguntas sin respuesta. «Si Mohamed se tiró al río sin saber nadar escapando de la Policía, si ha estado desaparecido por largo tiempo y su cuerpo aparece en el río sin vida, ¿dónde están los que debían protegerlo? ¿De quién es la responsabilidad? ¿Por qué la desaparición y la muerte del joven no se hacen noticia hasta cuatro días después de la aparición del cuerpo?», cuestionó el portavoz de Galdakaoko Elkarlaguntza Sarea, Mikel Sagarmina.

AHS y GES manifestaron su más firme rechazo al tratamiento mediático que ha tenido este caso, ya que, según las redes de apoyo, varios medios han presentado a El-Bachir como «un mena que escapaba de un robo, sin nombre y sin valor», para recordar a continuación que tras ese concepto de mena se esconden «muchos jóvenes que conviven con nosotros, pero lejos de nuestras realidades. Se les niegan las oportunidades de socializarse aislándolos en casas solitarias en la montaña o a las afueras de pueblos y ciudades. Tras ese concepto de mena invisibilizamos a menores, niños y niñas. Es obligación de la institución proporcionar atención adecuada a todos los menores, que siguen siendo niños sujetos de derecho y protección».

El caso de Sohaïbo Billa

En relación a la muerte de otro migrante, en este caso en el Bidasoa, compareció también ayer la Comunidad Musulmana An-Nur de Irun, que teme que el cuerpo de Sohaïbo Billa, que falleció el 20 de noviembre al intentar cruzar el río, sea enterrado de forma anómima porque el juzgado que lleva el caso se niega a reconocer la identificación realizada por la familia.

Los portavoces de An-Nur explicaron que «nadie, ni su familia y allegados, ni las personas de Irun que les acompañan, dudaba de la identidad de Sohaïbo». Aun así, la jueza ha rechazado la identificación alegando falta de de pruebas científicas.