Xole ARAMENDI ALKORTA
DONOSTIA

Tabakalera invita a descubrir el singular universo de Emma Kunz

Emma Kunz (1892-1963) fue una «outsider» en su profesión. Trabajó como naturópata y vivió ajena al arte. Péndulo en mano, utilizó el dibujo para plasmar su investigación sobre el espíritu humano. Tras su muerte, su obra ha llegado a los museos.

Reconocida en vida como sanadora, algo bastante habitual en la Suiza rural de la época, también se vio presionada por su particular práctica en el ejercicio de su profesión. Cabe destacar que un descubrimiento suyo, el polvo mineral Aion A, hallado en la cantera de Würenlos, es un remedio popular y habitual hoy en día en las farmacias de Suiza.

Entre sesión y sesión con sus pacientes, dibujó incesantemente. Se ayudaba de un péndulo, un listón de madera, una brújula y una pequeña tabla con líneas de guías grabadas.

Su afán por entender el sentido de la vida y la naturaleza del espíritu humano la llevó a plasmar sus investigaciones en papeles de gran tamaño. Lo que parecen simples dibujos geométricos coloreados son el resultado de una eterna búsqueda, reflejo de su visión holística.

Cada color y cada forma tiene un significado preciso. Los trazos realizados sobre el papel, siempre cuadriculado, le servían para explorar el ritmo y las pautas de las energías que percibía. Dejó un legado de más de 500 dibujos.

Cuentan que empezaba y terminaba los dibujos en una sola sesión, normalmente sin interrupciones. Solía concentrarse profundamente y necesitó 24 horas para finalizar algunas de las obras, por lo que terminaba completamente agotada.

Ajena al arte

Vivió ajena al arte y fue tras su fallecimiento cuando se valoró su obra artística, hasta ser expuesta en diversos museos. Protagonizó la primera muestra en 1973. Ella misma era consciente de que serían las futuras generaciones las que pondrían en valor su producción artística. «Mi obra visual está hecha para el siglo XX», había dicho.

Tabakalera invita a descubrir el universo de la creadora suiza –«sus responsables califican como su figura como visionaria, singular y fascinante»– y presenta con el mayor conjunto de dibujos expuesto en el Estado, con un total de 40 trabajos.

Diálogo

Y lo hace en diálogo con las nuevas generaciones de artistas internacionales y vascos, un total de 18 artistas que se han inspirado en Kunz a la hora de crear sus obras, muchas de ellas realizadas ex-profeso para esta ocasión.

Nora Aurrekoetxea (Bilbo, 1968) presenta la obra “Diva”, llevada a cabo mediante la utilización de extensiones de pelo.

La obra de Miriam Isasi (Gasteiz, 1981) es fruto del diálogo que establece con la naturaleza, y “Viscum album” es ejemplo de ello. Mediante el empleo de metales vinculados a la alquimia y la transformación como el oro, la plata y el bronce, ha creado una escultura en forma de muérdago, planta que simboliza la protección.

Diego Matxinbarrena (Donostia, 1961), por su parte, presenta obras de formas geométricas para la ocasión. Son los tres artistas vascos presentes en la muestra.

Junto a ellos estuvo ayer Mathilde Rosier (París, 1973), quien ha llevado a cabo su obra sobre algodón, evocando la afinidad entre los seres humanos, las plantas y los animales.

La comisaria Yasmin Afschar señaló ayer que «la obra de Kunz ha sido recuperada recientemente por la escena artística internacional y ejerce una gran influencia sobre artistas actuales». «No es una muestra temática clásica, nuestro objetivo es suscitar el debate», agregó la historiadora del arte y escritora iraní afincada en Zurich.

La directora cultural de Tabacalera, Clara Montero, reconoció que se trata de una exposición de «gran ambición». Al mismo tiempo, reivindicado la validez de la obra de Kunz y «el poder transformador y curativo del arte». La exposición se completa con diversas actividades paralelas cuya programación se puede consultar en la web de Tabakalera (www.tabakalera.eus/eu/).