El cáñamo es muy versátil y ofrece muchas oportunidades. Tres emprendedores han encontrado la suya en el cannabidiol o CBD con el que elaboran aceites y gominolas que comercializan a través de su web y algunas tiendas físicas. Ducreams constituida en febrero de 2021 tiene su sede en la incubadora de BIC Araba del Parque Tecnológico de Araba en Miñano.

La idea fue del gasteiztarra Asier Duarte Cengotita que durante años estuvo haciendo genética en Malawi para lograr mejores resultados en la producción de cáñamo. Se juntó con Pablo Fernández Alonso de Lomas, que se centra en la parte de negocio, de la mano de quien llegó al proyecto el tudelano Juan Pérez-Nievas cuando otra persona se descolgó. Es farmacéutico y se encarga de todo lo relacionado con el producto.

Le han ido dando a su propuesta un enfoque de salud y bienestar. «Empiezas a hacer prototipos de producto y ves que no encaja o el coste-beneficio tira para atrás el proyecto… Vas viendo las posibilidades de negocio que más te impulsan», señala Pérez-Nievas. Vieron la oportunidad de hacer las cosas de forma «segura y diferente, con producción local y con un concepto más profesional». De hecho, Ducreams está registrada en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios como productora de cosmética, lo que conlleva una serie de requisitos y permisos que frenó un poco el arranque inicial de la empresa. En palabras del responsable son los únicos que producen «productos de cáñamo 100% local a nivel sanitario en Euskadi».

La SPRI les apoyó a través de una ayuda Ekintzaile así como la Diputación Foral de Araba mediante Álava Emprende. «Sin este tipo de ayudas es muy complicado lograr que esto pueda tener vida. Nosotros estamos saliendo, hay muchos que no pueden llegar aquí», reconoce el responsable. A diferencia de para sus socios, es la primera experiencia emprendedora de Pérez-Nievas. «Sí que tenía esa vena, pero no había llegado a sacarla hasta que conocí a Pablo que es el que me metió en este mundo. Una vez entras, no sales, porque te vuelves muy minucioso, te gusta que sea todo a tu medida». Admite que es «duro, muy complicado y cuesta mucho», pero le gusta y lo compara con un máster que se paga a sí mismo.

Superar prejuicios

El CBD se emplea con dolencias como la esclerosis o la epilepsia y es eficaz para tratar la ansiedad, el insomnio o el estrés, así como para aliviar el dolor menstrual o de la endometriosis. Sin embargo, perciben recelo social hacia su producto. «El del cáñamo es un mundo gris al que Ducreams viene a dar luz. La gente no acaba de entender la diferencia entre marihuana y cáñamo, y es muy grande». Explica que los productos con al menos un 0,2% de THC –cannabinoide psicoactivo– no se pueden vender, los suyos «no tienen THC, no colocan, ni enganchan».

A día de hoy tienen cuatro tipos de aceites, duplicados en sabor natural y cítrico, así como gominolas; y en dos-tres semanas lanzarán un nuevo producto. Venden tanto a través de su web como en unas pocas farmacias y algún veterinario de la CAV. La mayoría de sus clientes son de Araba y Bizkaia, principalmente, mujeres de entre 40 y 50 años, porque como indica el responsable no son productos baratos, van de 19,95€ a 59,90€, pero la tasa de repetición es «alta». Les cuesta llegar a nuevos clientes porque es un productos problemático para los buscadores, aunque empiezan a ser más laxos con las políticas de publicidad.

Además de la venta a cliente final, otra línea de negocio es la de proveedor para la tiendas online que han surgido y que en palabras Pérez-Nievas en muchos casos traen sus productos de fuera. Su objetivo es que Ducreams sea «el productor y tienda de CBD referente en Euskadi» y desde aquí ir expandiéndose por el Estado.