Ramón SOLA
DONOSTIA

La ONU apoya desclasificar los documentos del «caso Naparra»

La desaparición de José Miguel Etxeberria Álvarez «Naparra» desde hace ya casi 42 años sigue siendo objeto de seguimiento por parte del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de la ONU, como acredita la reunión telemática de ayer con su hermano Eneko.

El intento de aclarar la desaparición del militante vasco José Miguel Etxeberria Álvarez en junio de 1980 sigue muy presente en la agenda del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de la ONU, después de que al caso se le reconociera esta condición en 2014.

Los miembros del grupo celebraron ayer una reunión telemática con Eneko Etxeberria, hermano del desaparecido, en la que se interesaron por los pasos dados desde febrero de 2020, cuando la familia se desplazó a Ginebra para aportar la información existente.

A falta de novedades (sigue pendiente de una nueva exploración en Las Landas tras la fallida de 2017), una de las posibilidades abiertas es lograr la desclasificación de documentos secretos que pudieran aportar algo de luz.

Luciano Hazan, en nombre del grupo de trabajo, manifestó su «total apoyo a cualquier iniciativa judicial» en esa dirección, según explicó Eneko Etxeberria tras la reunión.

Este contacto duró 45 minutos y da continuidad al seguimiento que lleva años haciendo este Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas, que actualmente está constituido por Henrikas Mickevicius (Lituania), Gabriella Citroni (Italia), Angkhana Neelapaijit (Tailandia) y Aua Balde (Guinea-Bissau), bajo la presidencia de Hazan (Argentina).

El grupo se encuentra reunido en Ginebra en el marco de su 126º periodo de sesiones. Del interés por el «caso de Naparra» da cuenta el hecho de que la familia Etxeberria Álvarez fuera invitada al acto del 40 aniversario de esta institución dedicada al esclarecimiento de desapariciones forzadas (y por tanto imprescriptibles) en 2020, donde paradójicamente no hubo representación ni del Estado español ni del francés.