Raimundo Fitero
DE REOJO

Viruela

Atención a los informes. Fernando Simón ha aparecido para asegurar que no cree que la viruela del mono pueda tener un gran desarrollo, por lo que las alarmas sociales se han disparado de manera inmediata. ¿Y qué es la viruela del mono? Ahí le has dado compañera. ¿Qué es? ¿Cómo se contagia, de dónde viene, se puede hacer bromas sobre ello? Si una ministra de Sanidad de muy bajo perfil dice que no es por contagio sexual y las informaciones generales de diversos lugares donde se han detectado ya decenas de casos advierte de manera fehaciente que afecta más a hombres que han tenido relaciones sexuales con hombres, no hace más que estigmatizar a algo que la literatura médica dice es una enfermedad de origen zoonótico, que puede pasar de animales a humanos. Todo parece que estamos ante algo que va a causar estragos en ciertos colectivos. Que su sintomatología tan espectacular con erupciones en la piel verdaderamente importantes va a crear un aumento geométrico de la cibercondría, esa manía nefasta de autodiagnóstico por Internet, que en este caso cualquier circunstancia que nos produzca alguna irritación en la piel llevará a pensar que hemos sido contagiados por esa situación sobrevenida, que lleva, de nuevo, una carga de prejuicios ya que además de indicar la práctica sexual de algunos de los afectados, se advierte que llega de África. O sea, un compendio de estigmatizaciones que no ayuda precisamente a tratarlo de manera tranquila y objetiva.

Si se está bajo una ola de calor, si existe una hepatitis rara que afecta a niños, esta viruela, una enfermedad cuya versión tradicional estaba erradicada, más otros asuntos que nos advierte de que algo está alterando la normalidad de nuestro planeta nos debería empujar a mantener una actitud más militante en defensa del medio ambiente.