Oihane LARRETXEA
DONOSTIA

Galder Barbado denuncia amenazas e intimidación de la Guardia Civil

El joven de Amurrio Galder Barbado fue interceptado en un control policial el mes pasado, donde agentes de la Guardia Civil encapuchados lo interrogaron en una pista forestal durante hora y media. Desde entonces, ha recibido llamadas intimidatorias y chantajes por parte de un hombre que se hace llamar «Harley» pidiendo que colabore.

El mes pasado, el coche en el que viajaba el joven de Amurrio Galder Barbado junto a tres amigos fue interceptado en un control policial. Durante más de una hora y media los interrogaron «uno a uno por separado en una pista forestal y bajo la lluvia». Al principio resultó un control «normal», pero según iba pasando el tiempo fue «poniéndose feo». Los agentes de la Guardia Civil llevaban el rostro cubierto con pasamontañas.

Al cabo de media hora, y una vez cotejadas las identidades de los jóvenes, llegaron al lugar dos coches camuflados. De uno de ellos descendió un hombre que se hacía llamar “Harley”. Él sí llevaba la cara descubierta.

Según relató ayer el joven, acompañado de su abogada Ainize Martínez y de Haimar Altuna, miembro del Consejo Nacional de Sortu, “Harley” fue quien le interrogó. «Me dijo que me conocía por ser militante del movimiento juvenil, que sabía en qué situación me encontraba y que si le contaba cosas me ayudaría en un juicio. Me propuso tomarnos un café en Bilbo».

El de Amurrio está libre a la espera del recurso tras una condena de la Audiencia Nacional junto a Aitor Zelaia, tras un periodo en prisión.

Barbado se negó a colaborar, y finalmente les dejaron marchar. Antes, “Harley” le dijo que «en un par de semanas» contactaría con él, que estuviera «tranquilo» y que sabía «dónde vivía». «Hace un par de semanas recibí una llamada, y al coger desde el otro lado respondieron: ¿Qué pasa Galder? Soy “Harley”. ¿Te acuerdas de mí?». Barbado le reconoció y colgó, pero el hombre insistió decenas de veces. Al no responder, le envió un SMS. «Galder, que soy “Harley”, que no sé si te cojo bien. Solo para preguntar qué tal fue el finde. Espero que bien, me gustaría hablar contigo de manera reservada y sin ningún tipo de compromiso para hacerte una propuesta que pudiera ser de tu interés». Según denunció, el acoso ha persistido, y este pasado lunes se percató de que la policía le seguía en coche. Además, las llamadas de acoso se han extendido a algunas amistades.

Denunciarlo es vital

Según hizo saber Haimar Altuna, Barbado ha denunciado los hechos y ha puesto el caso en manos de su abogada Ainize Martínez, pero Sortu tiene constancia de que al menos hay tres o cuatro casos muy similares. Esas personas tienen perfiles diversos, pertenecen a otros movimientos y tienen arraigo en otros herrialdes. Han denunciado lo sucedido ante la justicia, no así públicamente, y por ahora quieren «discreción».

Preguntada sobre el recorrido que puede tener la denuncia, Martínez mostró sus dudas. En cualquier caso, cree que lo más efectivo es darle «visibilidad».

«Lógicas del pasado»

Sortu mostró públicamente su apoyo al joven, y lamentó que «las lógicas del pasado» sean una realidad aún. En palabras de Altuna, los chantajes, las amenazas, las escuchas que se practican todavía responden a unos aparatos del estado que «además de negar el conflicto político quieren prolongarlo cueste lo que cueste». «Hacemos un llamamiento público al Gobierno español para que se hagan respetar todos los derechos civiles y políticos, y que se sume a la democratización que lleva sin hacerse 40 años».