Maite UBIRIA
BAIONA

Ayudas familiares en Ipar Euskal Herria, una larga tradición

Las ayudas por hijos e hijas tienen una prolongada trayectoria en Ipar Euskal Herria. De hecho, ese programa público fue creado en el Estado francés por decreto ley en 1938 y se ha mantenido por encima de embates históricos y mudanzas políticas, aunque en la última década han llegado recortes que generan preocupación.

El primer paso cara a la configuración de un programa público de apoyo a las familias se dio en 1932 con la denominada Ley Landry, que acordó redondear los sueldos de los trabajadores de industria y comercio franceses en base a una caja de compensación a la que debían contribuir, de manera obligatoria, los empresarios.

Seis años después se dio el salto a un programa universal, independiente del salario y de las empresas. Desde entonces se han mantenido, explica la web del servicio público francés, los otros dos criterios con que nació el sistema: la ayuda es universal, aunque tiene en cuenta los ingresos familiares; y su cuantía es progresiva según el número de hijos e hijas.

La instauración del llamado código de familia en 1939 sirvió para implementar una política natalista que se tradujo en la supresión de las ayudas al primer hijo. Así, las familias con solo un descendiente reciben solo la llamada prima de nacimiento, mientras que el baremo aumenta de forma importante para las familias a partir del tercer hijo.

Cada 5 de mes

Las sucesivas reformas se han adaptado a la evolución de los modelos de familia y en particular a la progresiva equiparación de derechos hombre-mujer, ya que hasta 1965 las mujeres no vieron reconocida su plena capacidad jurídica. La cogestión de las ayudas familiares fue otro de los avances que se produjeron en esa fecha.

Habría que esperar hasta 1975 para que se promulgara el derecho al aborto (Ley Veil) y la reforma del derecho al divorcio, y en los años posteriores se consagraron las ayudas familiares diferenciadas para contemplar, entre otros, los casos de las familias uniparentales.

Las ayudas familiares son abonadas de manera automática el día 5 de cada mes por una caja pública o Caf, que cuenta actualmente con 13,6 millones de beneficiarios en el conjunto hexagonal. La Caf de Baiona tenía registrados en 2020 a 2.776 perceptores de ayudas por hijos.

El montante de las ayudas se actualiza anualmente con fecha de 1 de abril. El mes pasado se aplicó, por tanto, la última subida, estimada en un 1,8%.

Las ayudas son percibidas por familias con al menos dos hijos y se prolongan desde el nacimiento hasta los 20 años. Tras la última revalorización, se perciben por hijo 33,62, 67,23 y 134,46 euros al mes en función de las tres franjas de ingresos por las que se articulan esas ayudas.

Los hogares con ingresos modestos y tres o más hijos pueden solicitar el llamado complemento familiar, que varía de los 175 a los 362 euros mensuales.

Existen, en todo caso, otras ayudas para ayudar a las familias y que explican, al menos en parte, que en el periodo 2019-2020 el Estado francés figurara con una media de 1,86 hijos por mujer a la cabeza del ránking de natalidad de la Unión Europea, según los datos del Insee.

Así, todas las futuras madres tienen derecho, previa solicitud a la Caf, a recibir la llamada prima al nacimiento, que difiere en función de los ingresos y la situación de la unidad familiar. El montante de esa prima a 1 de abril de 2022 era de 965,34 euros (de 1.930 en caso de gestación múltiple o adopción).

Otras ayudas que abona la Caf, que se suman a las básicas ya citadas, son la ayuda a la educación de hijos con discapacidad (135,13 euros/mes); la ayuda a la presencia parental con las que se trata de compensar a familias que se ocupan de hijos en caso de accidente o enfermedad grave (29,30 euros a media jornada y 58,59 por dedicación a jornada completa); y la ayuda a la educación, que aporta un suplemento a padres que optan por interrumpir la actividad profesional (405,97 euros al mes) o reducir la jornada (257,80).

Los progenitores de Ipar Euskal Herria que cumplen los requisitos de renta también pueden recibir hasta 463 euros al mes para contratar a una persona que se encargue del cuidado de hijos de 0-3 años y la ayuda para guardería puede alcanzar hasta el 85% del recibo.

Siguiendo la tónica de la última década, en la que se han dado recortes progresivos en los servicios y prestaciones públicas, la reforma a la baja de esas ayudas al alquiler que se ha producido durante el primer mandato de Emmanuel Macron ha situado en una situación de precariedad creciente a estudiantes y jóvenes sin empleo estable.