Iratxe FRESNEDA
Docente e investigadora audiovisual

De aviones y guerras

Tras dos años de festivales marcados por la pandemia, Cannes ha vuelto a las rutinas de la hoguera de las vanidades. La alfombra roja vuelve a ser el cuadrilátero donde se compite por lucir el vestido más caro, el rostro mejor maquillado y, como no, realizar las reivindicaciones más importantes del momento. Momentos que, en estos días definitivamente extraños, son más efímeros de lo que el propio Andy Warhol predijo en el siglo pasado. La guerra de Ucrania está en boca de las estrellas y las chapas en las acreditaciones dicen no a la guerra. El cineasta ruso Kiril Serébrennikov está entre los que hablan de la idiocia de aquel que apretó el botón de la guerra al mismo tiempo que promociona su última película “La esposa de Chaikovski”. Mientras se reivindica la paz, ocho aviones de la Patrulla Aérea francesa –un grupo acrobático del Ejército– sobrevuelan el Palacio de Festivales de Cannes y dibujan en el aire la bandera francesa. Era el homenaje de la aviación gala y el colofón al desfile por la alfombra roja de Tom Cruise y el resto del equipo de “Top Gun: Maverick”. Tom Cruise, convertido en el profeta del cine en las salas, dice que nunca estrenará en las plataformas de VOD mientras el resto de la industria pelea por dirigir la siguiente serie de moda.