«Florentino Pérez es el mayor sacador de dinero público que existe»
Periodista y docente universitario, Fonsi Loaiza (Cádiz, 1990) compila en su libro un sinfín de datos contrastados sobre las «fechorías» de las principales empresas dirigidas por Florentino Pérez, ACS y Clece, y la evolución en el tiempo de un personaje intocable para la judicatura y que sabe moverse con soltura entre la clase gobernante.

Florentino Pérez no consiguió triunfar en la política -su gran anhelo-, pero sí lo ha hecho en los negocios y en el mundo del fútbol tras convertirse en el presidente del Real Madrid, lo que le ha catapultado a ser un personaje público conocido a nivel mundial.
¿Por qué una nueva biografía de Florentino Pérez y con un enfoque crítico?
Porque hay una gran dejadez dentro del periodismo deportivo por hacer lo que es nuestro trabajo, que no es otro que fiscalizar a los poderosos y contar sus fechorías. Tampoco se promueve hacer más cultos a los aficionados, una reflexión que siempre ha defendido Marcelo Bielsa. El show en el que se ha convertido el fútbol esconde todo lo que hacen personajes tan nocivos como Florentino Pérez, que utilizan el mundo del deporte para ocultar sus chanchullos, sin que la gente reciba información sobre los escándalos que existen alrededor suya.
¿Y cómo fueron las primeras andanzas del futuro presidente del Real Madrid?
En sus inicios laborales, ya en el tardofranquismo, Florentino se da cuenta muy rápido de quiénes le pueden impulsar por escalar dentro de la burocracia. Así, se alía con un tipo como Juan de Arespacochaga, último alcalde franquista de Madrid, que le introduce en la Asociación de la Carretera y dentro de la administración de un régimen dictatorial, lo que le permite conocer cómo funciona ese ámbito. Con la llegada de la estafa de la Transición, oportunistas como él son los grandes beneficiados, enrolándose primero en UCD como concejal y dando comienzo a su imperio.
Pero ese paso de Florentino por la política será relativamente breve y áspero.
Se convierte en el secretario general de un partido, el PRD (Partido Reformista Democrático), que protagoniza el mayor fracaso electoral de la historia de la democracia, si nos atenemos a la proporción entre el volumen de financiación económica que empleó y el número de votos que obtuvo. Sin embargo, ese revés político le sirvió para comprender que quienes realmente mandan en España son la banca March o familias con ascendencia franquista como los Albertos o los Urquijo. Florentino se unió a ellos y ahí se inicia su ascenso.
Explica en su libro que ha sabido codearse con la clase dirigente, independientemente del color político.
Una imagen muy representativa de ello es la boda de su hija Cuchi. En dicha ceremonia participaron los candidatos a la Alcaldía de Madrid por el PSOE, Trinidad Jiménez, y el PP, Alberto Ruiz Gallardón, donde se cruzaron abrazos. Florentino quiere ganar siempre y no duda en dar cuantiosas aportaciones a la Fundación Pablo Iglesias y a FAES, de José María Aznar. Además, se alía con la burguesía catalana y vasca, CIU y PNV, pues no podríamos entender la figura de Jordi Pujol y el 3% sin empresarios como él, dispuestos a pagar ese porcentaje para llevarse las adjudicaciones.
Y, conseguido ya el objetivo de ser un empresario de éxito, ¿por qué se mete en el intrincado mundo del fútbol?
Porque se da cuenta de que el Real Madrid es como una palanca con la que va a conseguir en otros lugares lo mismo que ya estaba logrando en España. Muchos jefes de estado prefieren reunirse antes con Florentino que con el presidente de un gobierno. Así ha forjado negocios hasta en Estados Unidos, donde ha construido el mayor estadio del mundo, en el que se ha disputado la última Super Bowl.
Es vox populi que los mejores acuerdos se sellan en el palco del Bernabéu.
Florentino Pérez era consciente de que ser presidente del Real Madrid, al que ha secuestrado por completo, suponía poder beneficiarse de una posición privilegiada. Al estilo de la película “La escopeta nacional”, donde los negocios se hacen en las cacerías, ahora los grandes acuerdos se llevan a cabo en el palco del Santiago Bernabéu, lugar en el que se reúnen todo tipo de empresarios del Ibex35.
¿Cómo definiría al presidente del Real Madrid?
Florentino es el mayor sacador de dinero público que existe en el Estado español. Ahí están los pufos del Castor y los rescates de las autopistas que construye, siempre es un win-win, la Administración sale al rescate de estos empresarios y lo pagamos todos. O las entidades bancarias que financiaron los fichajes galácticos del Real Madrid, como Cajamadrid y Bankia, que fueron rescatadas con dinero público, además de la recalificación del suelo de la ciudad deportiva, que era público, una operación en la que el Real Madrid se embolsó 400 millones para traer a esos jugadores.
En su libro habla de multas a las empresas de Florentino -80 millones en tres años por amaños de contratos-, pero él nunca ha sido imputado. ¿Cómo se explica esa paradoja?
Pues sí, es una especie de ser inviolable dentro de la justicia española e incluso pasa desapercibido por parte de los medios de comunicación cuando tiene que ir a los juzgados. Florentino ha tenido que prestar declaración, por ejemplo en la trama de la Operación Púnica, o cuando su empresa, ACS, ha financiado con un millón de euros la caja B del PP de Galicia, ahora que se habla de renovación del partido con Alberto Núñez Feijóo. En ese halo de intocable, se parece mucho a Juan Carlos I, no en vano ambos han tenido negocios juntos en el proyecto del AVE a La Meca.
«Lo que le gustan son los periodistas-hooligans»
Asegura en esta biografía que a Florentino Pérez le obsesiona el dominio mediático.
El control es tan absoluto que llama a medios porque no le gustan determinados pies de foto. En el duopolio televisivo español, dispone de dos títeres, que uno es Antonio García Ferreras, exdirector de comunicación del Real Madrid, en Atresmedia, y el otro, Borja Prado, presidente de Mediaset desde febrero pasado y expresidente de Endesa, además del supuesto cerebro de la Superliga e hijo de Manuel Prado y Colón de Carvajal, administrador privado del dinero negro de Juan Carlos I durante dos décadas. Mi libro ha sido recogido en medios como Journal du Dimanche y Le Monde diplomatique, pero no hay ninguna mención en los del Estado español, a excepción de esta entrevista en GARA-NAIZ y otra reseña en El Punt-Avui.
¿Y no hay otros medios que hagan una labor de contrapoder?
Hasta en medios que se pueden considerar de izquierdas, tipo El Plural o elDiario.es, el nombre de Florentino es intocable, porque Clece paga publirreportajes para que se publiquen en ellos. La primera incursión empresarial de Pérez fue en un medio de comunicación, La guía del ocio, donde ya dio muestras del miedo que le tiene a los periodistas independientes, al despedir a Carlos Boyero, que en sus críticas no dejaba en buen lugar a muchas películas comerciales de Hollywood. A Florentino lo que le gustan son los periodistas-hooligans, estilo Eduardo Inda, y programas tipo “El Chiringuito” o “Punto Pelota”, a los que tiene como referencia y donde concede entrevistas.
Parece complicado entonces realizar una labor periodística profesional.
Que muchos propietarios y directores de medios de comunicación estén en el palco del Bernabéu ya es un mensaje lo suficientemente claro para sus empleados periodistas de que el Real Madrid y su presidente no pueden estar sujetos a crítica. Los hay que se vinculan con toda claridad a Florentino porque saben que van a tener cancha en los grandes medios, llegando incluso a ponerle letra al himno de la décima Champions, como es el caso de Manuel Jabois. N.M.

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