El Ejército israelí bombardeó ayer de nuevo la Franja de Gaza en respuesta al lanzamiento de un cohete desde el enclave palestino que fue interceptado por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro, aunque hizo sonar las alarmas en la ciudad de Ashkelon.

Aunque no se reivindicó el lanzamiento, el Ejército israelí lo atribuyó a Hamas, grupo al que responsabiliza de cualquier acción en Gaza.

Indicó que en respuesta los aviones israelíes atacaron puestos militares del movimiento islamista. El portavoz de Hamas, Hazem Qasem, confirmó que Israel atacó con varios misiles una instalación militar que pertenece a las Brigadas al Qasam, su brazo militar, y otros puestos del grupo.

«La ocupación israelí intenta miserablemente y sin éxito, a través de esta agresión, detener la escalada de las acciones revolucionarias en los territorios palestinos», indicó Qasem sobre este bombardeo, que no causó víctimas.

El ataque se produjo al día siguiente de que un globo de observación militar cayera en el norte de la Franja y de que Israel matara a tres palestinos en Jenín, en el norte de Cisjordania, de los que al menos uno era miembro de Hamas.