Dabid LAZKANOITURBURU

Júpiter Macron se topa con la realidad parlamentari

Júpiter se ha dignado a descender de la colina capitolina -¿o le han obligado a bajar los desastrosos resultados de su partido en la segunda vuelta de las legislativas?- y se ha dignado a recibir en el Palacio dl Elíseo a los representantes de todas las formaciones que han logrado representación parlamentaria.

Macron rechazó la dimisión de su primera ministra, lisabeth Borne, nombrada tras su triunfo en las presidenciales de mayo, aunque algunos le auguran un cargo efímero.

Y es que no pocos macronistas vapuleados la señalan como chivo expiatorio por la pérdida de la mayoría presidencial. ¿Qué mejor que sacrificar a una alta funcionaria de centro-izquierda como Borne en el altar de un acuerdo con Los Republicanos para blindar una legislatura liberal y sin sobresaltos?

Todo apunta, sin embargo, a que el inquilino dl Elíseo no lo va a tener fácil para tejer alianzas, a diestra y siniestra, con una clase política vilipendiada y sobre cuyas cenizas edificó, en 2017, su arrasador triunfo.

Macron se ha convertido en junio de 2022 en víctima de su propia estrategia y, de paso, se ha cargado el Frente Republicano que servía de freno a la ultraderecha.

¿Resultado? Paradójicamente, la Asamblea Nacional refleja con mayor fidelidad, por primera vez en décadas, desde la fugaz introducción del sistema proporcional por parte de Mitterrand, la realidad política francesa. Que incluye grupo propio (89 escaños) a una Le Pen que logró el 42% en la segunda vuelta de las presidenciales.

Ahora toca confrontar ideas. En definitiva, hacer política. No trampas al solitario.