Ane URKIRI ANSOLA
Elkarrizketa
ADRIANA CARDOSO
Jugadora del Metz

«Venir de Brasil, estar 10 años en Europa y poder jugar una Final Four fue un sueño»

Adriana Cardoso (Fortaleza, Brasil, 1990) fichó por el Metz en noviembre. Su marcha del Bera Bera fue una sorpresa pero la razón bien valdría la pena: disputar la EHF Champions League e incluso ganar el bronce en la máxima competición europea.

Una Liga, una Copa y bronce en la Champions con el Metz; poner su granito de arena en la octava Liga del Bera Bera. La temporada ha sido una vorágine de buenos resultados para Adriana Cardoso, que pasó de vestir la camiseta azul del Bera Bera a la amarilla del Metz en cuestión de días. El equipo francés ha vuelto a conquistar los dos títulos estatales tras dos años de sequía.

Cardoso recaló en Europa hace diez años y ha disputado cinco temporadas en Bera Bera. Firmó con el Metz hasta final de temporada y ahora pone rumbo a Montenegro, a ŽRK Budućnost Podgorica. «Me voy un poco más lejos pero por lo menos tiene playa», dice riendo. Asegura a GARA que no descarta volver a su segunda casa: Bera Bera.

Han ganado la Liga, Copa, bronce en la Champions... ¿Qué más se le puede pedir a una temporada tan buena?

Algo mejor que esto sería si hubiésemos ganado la Champions (se ríe), pero estoy muy contenta. Además, pude ayudar al Bera Bera lo poco que estuve para ganar la Liga. Es una pena que no hayan podido ganar la Copa, porque fue super bonita, la organización estuvo muy bien.

Puso su granito de arena en la Liga del Bera Bera y también en la del Metz. Pocas jugadoras pueden decir eso.

Me cuesta un poco entender todo lo que está pasando ahora mismo. Poner mi granito de arena en el Bera Bera, jugar con el Metz, disputar la Champions... Todavía no me creo que hayamos ganado el bronce, no sé la dimensión de lo que está pasando este año.

Fue inesperada su marcha del Bera Bera.

Fue muy rápido. En cuestión de una semana me llegó una propuesta para venir al Metz y no tuve mucho tiempo para pensar porque me hicieron la propuesta un día y tenía que dar la respueta a los dos días. Y además, una vez dada la respuesta tenía que presentarme al club... Fue todo muy rápido. Así como me cogieron de sorpresa a mí, también le cogió de sorpresa al club y a todos. Habíamos ganado justo la primera eliminatoria de la EHF European League frente al Paris 92 y fue justo una semana después de ese partido.

¿Le costó aceptar la oferta?

Me costó por el tema personal y allí entra el Bera Bera, porque es mi segunda casa y las jugadoras, como mi familia. Siempre me he sentido muy bien, el club siempre se ha portado muy bien. En lo deportivo, no ha sido tan difícil. La Liga francesa es una en la que siempre he querido jugar, tenía la oportunidad de jugar la Champions que es un campeonato único y con posibilidades de jugar la Final Four.

¿Pensaba que era su último tren para la Champions?

No pensaba que no tendría otra oportunidad, porque pasan muchas cosas de una temporada a otra o incluso en una misma temporada. Era la segunda vez que el Metz tocaba mi puerta y tenía que subir al tren. Yo creo que después de esta oferta, no tendría una tercera del Metz. Además, el equipo este año era muy competitivo, habían hecho cosas muy buenas antes de mi llegada.

Después de perder el primer partido contra el Vipers Kristiansand puso en Twitter: «Continuamos soñando». ¿Era un sueño el simple hecho de estar en la Final Four?

Sí, venir de Brasil, estar 10 años en Europa y poder jugar una Final Four fue un sueño. Perdimos el primer partido y quedamos fuera de la final, pero para quedar fuera de una final hay que estar ahí. Me encantaría haber jugado la final, pero el bronce está muy bien.

¿La final era un objetivo real a pesar de jugar contra el vigente campeón?

Sí. Sabíamos que era difícil llegar hasta allí y también la propia Final Four. Además, el primer partido contra Vipers, que era el vigente campeón y con el equipazo que tenían, de mucha experiencia. Les habíamos estudiado muchísimo pero cada partido es distinto. Cuando jugamos contra ellas en la fase de grupos, ganamos los dos partidos. Teníamos esa ilusión de que podíamos pasar.

¿Y cómo se ha sentido como jugadora? ¿Está disfrutando?

Sí, muchísimo. Hemos jugado un montón de partidos, casi no hemos tenido tiempo ni para descansar. Pero estoy disfrutando a tope. No sé cuándo tendré la oportunidad de repetir una experiencia como esta, de estar luchando por todos los títulos posibles.

Además, en la Final Four se batió el récord de asistencia en el balonmano femenino.

El primer partido estaba súper nerviosa, creo que era por todo, por estar allí, porque en las calles se vivía mucho el balonmano y eso no lo había visto ni en el Mundial. Cómo estaba el pabellón era una pasada. Además, fueron muchos aficionados del Metz que nos apoyaron mucho, no se callaban ni un minuto (se ríe).

¿Cómo fue su adaptación?

No me costó tanto adaptarme porque tengo una compatriota aquí, Bruna de Paula, que jugamos en la selección juntas y somos amigas. Además, ella habla francés y ella estaba más integrada al equipo y en ese sentido, ha sido más fácil. En los entrenamientos al principio me costó porque entrenan muchísimo. Entrenan más que en Bera Bera y allí dicen que en el Bera Bera se entrena mucho (se ríe). Luego, en la vida social, aquí no es como en el País Vasco. Tengo que decir que echo muchísimo de menos la playa.