Amaia EREÑAGA
BILBO

Gritos de «Sagardui dimisión» en la manifestación de apoyo a Osakidetza

Aunque el tiempo no ayudara, fresco y con un molesto zirimiri, miles de personas participaron ayer al mediodía en Bilbo en la manifestación contra el desmantelamiento de Osakidetza convocada por los sindicatos SATSE, ELA, CCOO, UGT y ESK. Se percibía enfado, mucho, por las declaraciones de Gotzone Sagardui, con gritos de dimisión y un aviso: esto no ha acabado.

Cabeza de la manifestación, con la representación unitaria de los grandes sindicatos.
Cabeza de la manifestación, con la representación unitaria de los grandes sindicatos. (Monika DEL VALLE FOKU)

Profesionales del sector sanitario, usuarios y representantes de diferentes movimientos sociales, políticos y ciudadanos de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba participaron ayer al mediodía en la manifestación que recorrió el centro de Bilbo, desde el Sagrado Corazón hasta el Ayuntamiento. Compartían lema común en la pancarta portada por representantes de SATSE, ELA, LAB, ESK, CCOO y UGT («Osakidetza salba dezagun»; es decir, «Salvemos Osakidetza»), comunicado conjunto también y se podría decir incluso que un nivel de enfado generalizado. Una unidad puntual pero casi total.

Cuando el pasado 8 de junio, la Consejera de Salud, Gotzone Sagardui, dijo que habrá que asumir un «cambio cultural» en cuestión de Salud, abrió la caja de los truenos. Más ahora, cuando la situación de la Atención Primaria es tan delicada. Aunque la consejera luego de desdijo, la mayoría sindical interpreta aquella especie de globo sonda como un claro aviso de privatización de Osakidetza. Así lo apuntaban ayer también en su comunicado: son «unas declaraciones de extrema gravedad en las que Sagardui dejaba claros los planes del Gobierno Vasco para Osakidetza, que no son otros que la voluntad inequívoca de desmantelar la Atención Primaria y de precarizar el resto de niveles asistenciales. Y todo ello en el camino de la privatización, del ataque a los servicios públicos y del negocio de los seguros sanitarios privados».

La movilización de ayer responde, precisamente, a esa inquietud. Se notaba el enfado en las declaraciones, en las pancartas, en los lemas -los más coreados fueron los que pedían la dimisión de Gotzone Sagardui- y en los testimonios recabados durante la protesta.

Ante el Ayuntamiento, los sindicatos le lanzaron un mensaje directo a la consejera: «Apostamos por las movilizaciones, seguiremos en la calle». Es decir, esto no ha terminado. «La consejera puso voz a lo que llevamos años denunciando -añadieron-, y explicó con absoluta nitidez que se van a cerrar consultorios; que algunos estarán atendidos, en exclusiva, por personal de enfermería; que se va a seguir ahondando en la especialización de los hospitales o, lo que es lo mismo, se van a cerrar servicios que hoy existen, para pasar a ofrecerlos en un único hospital en toda la CAV; y que la ciudadanía se va a tener que desplazar más y más a menudo». Los sindicatos plantean que Sagardui hace todo esto «amparándose en una eventual falta de profesionales, que es producto de sus decisiones políticas y que, además, intenta predicar incluso respecto de categorías en las que esa escasez es inexistente».

«Lo que falta es voluntad para reforzar e invertir en sanidad pública. El problema no es la falta de profesionales, el problema son las precarias condiciones laborales, las cargas de trabajo inasumibles, la falta de estabilidad, la temporalidad sistemática», añadieron. ¿Y eso cómo se arregla? Haciendo un ejercicio político de apuesta por la Salud pública, universal y de calidad.

22-23 citas diarias

. Amaia Mayor, del sindicato de enfermeras SATSE, ha sido una de las voces más escuchadas en los medios durante la pandemia. En declaraciones antes de la manifestación, recalcaba ante la prensa la necesidad de «prestigiar la atención primaria» y mejorar las condiciones de trabajo aliviando la carga laboral. Por ejemplo, desmintió tajantemente las cifras que defiende la dirección de Osakidetza sobre las enfermeras.

Según Osakidetza, atienden a 14 citas diarias. «La media de las enfermeras es de 22-23 citas en la agenda -apuntó Mayor- y a eso hay que sumarle de dos a cinco avisos a domicilio, y además las agendas comunes, como las extracciones y las pruebas covid».

Tampoco el tiempo de atención al paciente del que habló Sagardui debe de ser realista: «Tenemos tiempos de cinco minutos para una cita telefónica cuando la mayoría de las veces se necesitan diez, y en la sala de curas de diez minutos, cuando en muchas ocasiones necesitamos veinte. No se está teniendo en cuenta la realidad de los profesionales y su carga de trabajo».

Amaia Mayor recordó también que de aquí al año 2027 se van a jubilar más de tres mil profesionales de la atención primaria, por lo que invitó a la consejera «a sentarse a negociar las condiciones de trabajo que harán que los profesionales elijan la atención primaria y no se vayan porque las condiciones de trabajo sean muy duras».

De Gurutzeta a Zumarraga.

En la propia manifestación se reflejaban realidades muy diversas, tantas como las que se viven actualmente en el sector sanitario, tanto entre profesionales como entre los y las pacientes. Por ejemplo, una pancarta denunciaba el cierre del servicio de Cirugía del Hospital de Basauri; otra, alertaba: «Oso erreta gaude / Estamos muy quemadas».

Entre quienes la llevaban, miembros de la Asamblea de Emergencias del Hospital de Cruces, Maialen recordaba que la situación en Urgencias es «muy grave. La pandemia ha sido una excusa, porque todos los problemas y carencias que antes ya existían se han acelerado y vamos a peor. Los pacientes que no se atienden en Atención Primaria terminan viniendo a Urgencias, eso es así». Entonces, ¿cuál es el futuro que nos espera? ¿Habrá recortes?... «Sagardui ha dicho que sí, ¿verdad? Quieren privatizarlo todo y, por supuesto, también las Urgencias».

En otra pancarta, también en euskara: «Atención sanitaria pública también para los pueblos pequeños». Maite, vecina de Lea Artibai, lo explica: «No es solo un problema que haya surgido este año. Viene del año pasado, porque en nuestra zona ya se quedaron dos pueblos sin médicos, en Amoroto y Mendexa, y además todos los pueblos de los alrededores de Lekeitio nos quedamos sin médico en verano. Teníamos que ir a Lekeitio para ser atendidas. Ahora, a la vista de las declaraciones de Sagardui, está claro que esta situación no es solamente un problema para el día de hoy, para el presente, y en los pueblos pequeños esto repercutirá de forma aún más grave».

Arantza Corrales era una de las personas que portaba una pancarta a favor de la recuperación del Punto de Centro de Atención Continuada (PAC) en la localidad guipuzcoana de Zumarraga: «El PAC de Zumarraga está cerrado desde el inicio del covid -nos explicó-. Luchamos para abrirlo y conseguimos que abriera los fines de semana, aunque no por las noches, y llevamos dos años en la lucha y peleando para que vuelva a ser abierto. Hemos recogido ya 8.000 firmas, cada mes realizamos dos concentraciones y una manifestación, eso durante dos años... hemos hecho muchas cosas, pero seguiremos luchando hasta conseguirlo».

ADIERAZPENAK

«Los recortes ya están aquí. No hay personal médico en los PAC de Llodio y Amurrio, se atienden por enfermería»

ESTHER SAAVEDRA

ELA

 

«Sagardui ha dejado claro que ‘su cambio cultural’ es el desmantelamiento de Osakidetza»

IÑIGO GARDUÑO

CCOO

 

«La media de las enfermeras es de 22-23 citas y a eso hay que sumarle avisos a domicilio y otros»

AMAIA MAYOR

SATSE