Las bolsas profundizaron en las caídas de la víspera, ampliando su balance negativo del primer semestre. El Ibex terminó con 8.098,70 puntos, tras perder un 1,09%. En junio se hunde un 8,50%, mientras recorta un 7,06% desde el comienzo del ejercicio. Las bolsas siguen con el pie puesto en el acelerador bajista, presionadas por el aumento de los temores a un parón importante de la actividad económica. Los últimos datos macroeconómicos hacen más cercana la posibilidad de la recesión, que tiene en la subida de los tipos de interés ya en marcha un aliado inesperado. Asimismo, el crecimiento se va debilitando según pasan los trimestres, y las expectativas de inflación alta no terminan de desaparecer, sobre todo por la carestía de los productos energéticos, pero también por su paulatino traslado al resto de bienes de consumo, tal como reflejan las tasas subyacentes. Ayer, además, se dejaba notar el impacto de la fuerte caída de la producción industrial en Japón, el sorpresivo aumento del paro en Alemania hasta el 5,3% y la subida de los tipos de interés del banco central sueco hasta el 0,75%. En las bolsas europeas, París bajó un 1,80%, Fráncfort, un 1,69%, Milán, un 2,47%, y Londres, un 1,96%. Las pérdidas semestrales son también importantes: Milán resta un 22%, París, un 17%, y Francfort, un 19%. Londres cede menos del 3%. En Wall Street, volvían a imponerse los números rojos a la hora del cierre en Europa. En el Ibex, los mejores eran Grifols (+6,15%) y Acciona Energía (+2,68%), mientras que Acerinox, Sacyr, Caixabank y Meliá, con caídas superiores al 4%, sufrieron las mayores bajadas.