El Ibex pudo ayer frenar la tendencia bajista con un rebote moderado, que pasó por encima del mal dato de inflación de la zona euro. En junio, según la lectura preliminar de Eurostat, subió hasta el 8,6%, su mayor nivel de la serie histórica iniciada en 1991. Fue otro aldabonazo, uno más, que coloca en una difícil situación al BCE a la hora de acometer una subida de los tipos de interés acorde a la carrera alocada de los precios para tratar de frenarla. Ahora las apuestas se elevan hasta el 0,50%, pese a las intenciones del BCE de aplicar la gradualidad al endurecimiento de la política monetaria. Este nubarrón se vio compensado en parte por la leve mejoría en los datos de actividad manufacturera en la zona euro y EEUU, donde defraudó el índice ISM, elaborado a partir de encuestas de empresas privadas y públicas. En junio cayó hasta los 53 puntos, desde los 56,1 de mayo. El Ibex recuperó un 0,96%, hasta los 8.176,10 puntos. El resto de plazas se quedaba atrás, aunque casi todas pudieron acabar en verde. París ganaba un 0,14%, Fráncfort, un 0,23%, y Milán, un 0,29% y Londres terminó plano. Al otro del Atlántico, los grandes índices volvían ayer a las caídas después de cerrar el jueves su peor primer semestre desde 1970. En ese periodo, el S&P 500 se despeñaba un 20,58%; el Dow Jones, un 15,30%: y el Nasdaq 100, un 29,51%. En el Ibex, Iberdrola sumó un 4,49%, Endesa, un 3,06%, y Red Eléctrica, un 2,39%. También lograron avances notables Grifols y Cellnex, que se anotaban más de un 3%. En el lado contrario, Repsol (-4,06%), Indra (-2,14%) y ACS (-1,54%) presentaron las mayores pérdidas.