Al islandés Baltasar Kormákur se le da muy bien el “survival”, porque siendo de donde es el tema de la lucha humana frente a la naturaleza salvaje lo conoce de primera mano. “Beast” (2022) es un drama paternofilial que encuentra su dinámica de acción en el thriller de supervivencia, y que maneja una simbología muy básica, la relacionada con nuestro instinto animal y grupal, pero que funciona al ser llevada al terreno del suspense y del terror más físicos. El guion de Ryan Engle, sobre un argumento de Jaime Primak Sullivan, establece un paralelismo muy interesante entre la fiera y el hombre, porque en su duelo a muerte ambos están defendiendo lo mismo, sus vidas y las de los suyos. El león protege su territorio y su manada, mientras que el ser humano lucha por su mundo de progreso y por su familia. Las tensas escenas en las que el protagonista trata de mantener con vida a sus hijas en el interior del todoterreno volcado, ante las furiosas embestidas del incontrolable depredador, resultan muy alusivas al respecto. Al fin y al cabo “Beast” (2022) es un entretenimiento, pero eso no impide que el público pueda sacar sus propias conclusiones, con respecto al trasfondo que apunta hacia la intromisión de la especie humana en el ecosistema y sus consecuencias. Si bien es cierto que la familia de visita en la reserva sudafricana se conforma con un safari fotográfico, carga con la culpa de una sociedad que no respeta ese entorno primigenio y a sus especies en libertad, a través de la caza furtiva y otras muchas formas de explotación que esquilman las riquezas naturales.

A la fotografía paisajística de Philippe Rousselot que convierte a la sabana en un espectáculo en si misma, se une el buen pulso visual de Baltasar Kormákur, que se recrea en las tomas largas para engrandecer el escenario y empequeñecer a sus escasos personajes, con un Idris Elba que hace creíble su particular gesta como padre coraje.