Las bolsas europeas plegaron ayer velas, frenando la larga tendencia positiva registrada en las dos últimas semanas. El Ibex cortó su racha de once sesiones al alza con una caída del 0,91%, hasta los 8.434,80 puntos. Los inversores optaron por la cautela antes de que se diera a conocer el contenido de las actas de la Fed. La principal interrogante estaba en dirimir si los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto se muestran favorables a mantener la esperada subida del 0,75% en setiembre o se conforman con un 0,50%, después de haberse producido un parón en la tendencia alcista de la inflación en julio, cuando bajó al 8,5% interanual desde el 9,1% de junio. Por otro lado, se constataba, de nuevo, la carrera alcista de los precios en el Reino Unido, donde subían en julio hasta el 10,1%, marcando su nivel más alto en cuarenta años. En el lado amable de los datos, la lectura final del PIB de la zona euro del segundo trimestre era más positiva al crecer un 0,6% respecto al primer trimestre, a pesar del impacto negativo de la guerra de Ucrania y la crisis energética. Las plazas europeas también echaron ayer el freno a la cadena de subidas. Fráncfort recortó un 2,04%, París, un 0,97%, Milán, un 1,04%, y Londres, un 0,27%, En Wall Street ganaban ampliamente las pérdidas a la hora del cierre en Europa, tras conocerse que las ventas minoristas no crecieron en julio. El peor índice era el Nasdaq 100, que cedía más de un 1,30%, mientras que el Dow Jones y el S&P 500 caían menos del 1%. En el Ibex, solo acabaron en verde Acciona Energía (+0,80%), Repsol (+0,36%), Acciona (+0,19%) e Iberdrola (+0,05%).