Miguel FERNÁNDEZ IBÁÑEZ
ESCÁNDALO POLÍTICO EN GRECIA

El Gobierno heleno espía a opositores

El conservador Kyriakos Mitsotakis atraviesa las horas más complicadas como primer ministro después de verse obligado a confirmar que su Gobierno espió al líder opositor Nikos Androulakis. Un escándalo de escuchas que, además, cuenta con una importante incógnita: ¿quién y por qué utilizó el sistema de vigilancia Predator?

(TR | AFP)

Tras presentar una denuncia en el Tribunal Supremo, el líder socialdemócrata Nikos Androulakis (Pasok) anunciaba a finales de julio que el Parlamento europeo le había informado de una tentativa de jaqueo de su teléfono móvil con el sistema de vigilancia Predator. Días más tarde, dimitía el director de la Inteligencia griega (EYP) y el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, confirmaba el espionaje, aunque aseguraba que no había contado con su consentimiento y negaba el uso de Predator: «Lo que ha ocurrido puede estar en consonancia con la ley, pero ha sido un error. No estaba al corriente de ello y, obviamente, nunca lo habría permitido».

Sin embargo, en lo que la oposición define como «Watergate griego», las explicaciones son insuficientes: ¿Realmente desconocía el primer ministro el espionaje? ¿Estamos ante casos aislados o ante la punta del iceberg? ¿Quién y por qué ha utilizado Predator?

Para dar respuesta a estas preguntas el Parlamento ha adelantado una semana el regreso de sus vacaciones estivales y, de cara a las elecciones previstas para 2023, la oposición se prepara para indagar y sacar rédito político en este escándalo. «Continuaré la lucha para que el sistema judicial, el Parlamento griego y las instituciones europeas destapen toda la verdad», aseveró Androulakis, europarlamentario y, desde diciembre, líder del Pasok-Kinal, la tercera fuerza parlamentaria.

Para Thodoris Chondrogiannos, periodista de investigación de «Reporters United», hay «dos escenarios» posibles, y ambos podrían llevar a la dimisión del líder de la gobernante Nueva Democracia

: «En el primero, Mitsotakis miente; conocía la vigilancia. Tendría lógica: en 2019, nada más ocupar el cargo, puso bajo su competencia la Inteligencia. Sea o no legal la vigilancia, él es responsable y puede que tenga que dimitir: no se puede espiar al líder de un partido político, es un escándalo que atenta contra la democracia. Ahora imaginemos el segundo escenario: Mitsotakis no miente. Desconocer este tipo de vigilancia demuestra una falta de control inaceptable».

La Inteligencia ha admitido haber espiado a Nikos Androulakis, de septiembre a diciembre de 2021, y al periodista Thanasis Koukakis, de junio a agosto de 2020, siguiendo el proceso de vigilancia establecido en la ley. En un principio, según recogió el periódico “Katherimi”, defendió su acción por una petición realizada por Ucrania y Armenia, países que lo niegan. Contradicciones que no hacen más que enredar lo esencial: la privacidad de políticos, periodistas y ciudadanos está en peligro ante actores de los Estados que utilizan métodos ilegales, alegales o legales para arrinconar a adversarios del sistema.

Con acertada celeridad, han dimitido dos cargos públicos: el director de la Inteligencia, Panagiotis Kontoleon, y Grigoris Dimitriadis, secretario principal y sobrino del primer ministro, a quien los medios de información “Reportes United” y “EfSyn” han relacionado con empresas distribuidoras del sistema de vigilancia Predator. Casualidades que Dimitriadis intenta acallar: está denunciando a todo aquel que dé pábulo a las informaciones que le vinculan con el espionaje y con Predator.

Predator es un sistema de vigilancia con unas características similares a Pegasus

, el software utilizado por las cloacas del Estado español. Cuando penetra en el teléfono, tiene acceso a todas las funciones y permite obtener contraseñas y documentos de la persona vigilada. En Grecia, el Ejecutivo niega haberlo utilizado, principalmente porque su uso es ilegal, al carecer del marco legal específico.

De ser cierto, significaría que la trama de espionaje tiene dos historias y los afectados, Androulakis y Koukakis, sufrieron un doble ataque contra su privacidad: uno, confirmado por parte del Gobierno y otro, con Predator por parte de actores por identificar. «El Predator fue usado para espiar mi teléfono, mientras que unos días antes fui puesto bajo vigilancia por la Inteligencia», subrayó, como coincidencia, Androulakis.

Los antecedentes muestran que el Ejecutivo de Mitsotakis pavimentó el marco legal para facilitar el espionaje, así como para no tener que rendir cuentas. Chondrogiannos lo refleja repasando el caso de Koukakis, revelado gracias a una investigación de “Reportes United”: «El Gobierno le espió en verano de 2020, del 1 de junio al 12 de agosto, y detuvo la vigilancia el mismo día que Koukakis reclamó a la Autoridad Helena para la Comunicación Segura y Privacidad (ADAE) la información relativa a su posible vigilancia. ADAE recogió la petición de Koukakis y en marzo de 2021, tras seguir el proceso legal pertinente, preguntó a la Inteligencia si podía revelar esta información. Ese mismo marzo, el Gobierno enmendó una ley para prohibir a ADAE notificar la vigilancias».

Koukakis sufrió otro ataque contra su privacidad en verano de 2021, esta vez con Predator. En septiembre, este sistema intentó penetrar sin éxito en el teléfono de Androulakis. El descubrimiento de este último caso ha obligado a Kyriakos Mitsotakis ha reconocer que en Grecia se espía.

Para Chondrogiannos, «estos ocho meses, el Gobierno no ha hecho más que negarlo todo. Primero, el cambio de ley para impedir a ADAE notificar el espionaje; luego, la vigilancia a Koukakis, y tampoco ha explicado las relaciones de Dimitriadis con empresas y empresarios que conducen a Predator... Siempre da un paso atrás, se desdice, intenta apagar el fuego, pero esta vez no podrá tapar el escándalo».