Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
DRAGON BALL SUPER: SUPER HERO

El inexorable paso del tiempo

El fuerte impulso que tuvo en 2015 la saga “Dragon Ball”, con “Dragon Ball Z Battle of Gods”, ha propiciado una serie de prolongaciones cinematográficas que tienen como objetivo enriquecer el imaginario que creó Akira Toriyama en el 84. Desde entonces, siempre ha habido una tensa relación entre los formatos de manga y anime desde que la compañía Toei Animation orquestó la primera serie en la que, si bien Toriyama participó aportando sus ideas y conceptos, no tardó en desvincularse.

Dada su avanzada edad, el que es considerado como uno de los artistas que cambió la historia del manga, el maestro Toryiama delegó en su alumno Toyotaro la ampliación de los mundos y eternos combates protagonizados por Son Goku y sus amigos.

En “Dragon Ball Super: Super Hero” asistimos a todo un espectáculo visual que nunca traiciona la doble “Super” que luce en su título. Bajo la dirección de Tetsurô Kodama y el guion de Akira Toriyama, esta nueva producción de Toei Animation viene a cumplir con su requisito principal de seducir a los seguidores de una franquicia que sigue manteniendo el pulso firme a la hora de descubrirnos nuevos seres y respetar los códigos de sus venerables personajes.

Más allá de buscar satisfacer a su millonaria y siempre fiel audiencia, la película también cumple con el requisito de entretener a quienes se toparon por primera vez con esta obra.

La trama sigue el canon de la serie, resulta tan reconocible como previsible y todo orbita en torno al inexorable paso del tiempo. Goku ahora es abuelo y, relegado a un rol secundario, quien asume el timón es otro de los personajes más queridos, Piccolo -o, como fue rebautizado por ETB 1, Satan Txiki-. En el bando opuesto, seguimos con la nostalgia porque retorna del pasado la llamada Patrulla Roja.