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DONESTK

Referéndums y movilización «parcial», crecen los temores de una guerra total

Los territorios de Jersón, Zaporiyia, Donestk y Lugansk bajo control ruso siguen votando en medio de un diluvio de artillería ucraniana, la movilización «parcial» anunciada por Putin se acelera y el posible uso de armas nucleares para defender la anexión se confirma. La guerra ha entrado en otra dimensión, de consecuencias imprevisibles.

Refugiados del Donbass votando en un colegio electoral de Rostov-on-Don (Rusia).
Refugiados del Donbass votando en un colegio electoral de Rostov-on-Don (Rusia). (STRINGER | AFP)

La escalada militar y retórica de la guerra de Ucrania es escalofriante. Hasta 300.000 nuevos combatientes rusos aceleran su preparación para ir al campo de batalla. Sobre el terreno, se están celebrando referéndums para anexionar esos territorios mientras las fuerzas de Kiev, con armas occidentales, bombardean regular e intencionalmente zonas civiles, lo que imposibilita congregar masas en los centros de votación y obliga a realizarla durante varios días (hasta el 27 de septiembre) y mayoritariamente puerta a puerta. Ambos movimientos -votación y movilización- vienen coordinados y suponen un punto de inflexión de los líderes rusos en relación al desarrollo del conflicto.

La escalada que muchos temían parece tener un desarrollo lógico: hasta ahora, a los conscriptos rusos antes se les decía que no podían ser enviados a Ucrania porque estaban estacionados en Rusia y su deber era defenderla. La apuesta militar rusa se basaba en militares profesionales con contrato y en milicias aliadas. En adelante, si los territorios y las poblaciones bajo control militar ruso deciden unirse a Rusia -y no hay que ser muy astuto para darlo por hecho- quedarán «dentro», bajo las disposiciones y obligaciones de la Constitución, que es muy clara en lo que se refiere a la integridad territorial.

En otras palabras, esos territorios dejarán de ser oblasts ucranianos, pasarán a ser oblasts rusos, y cualquier intento por parte de Kiev de recuperarlos supondrá una invasión del territorio de Rusia, apoyado por armamento e inteligencia de la OTAN.

«No es un bluff»

Al anunciar la movilización «parcial», Putin fue muy explícito al respecto: «si la integridad territorial de nuestro país es amenazada, ciertamente utilizaremos todos los medios a nuestra disposición para proteger a Rusia y a su gente». Y seguido, no dejó lugar a dudas o a malinterpretaciones: «... y esto no es un bluff». El líder ruso ya ha conseguido dejar temblando al mundo, hacerles creer que está dispuesto a ir hasta el uso de las armas nucleares, que cualquier ataque en «suelo ruso» puede ser el detonante nuclear. Pero eso mismo ya ha ocurrido con los ataques ucranianos en Crimea -anexionada en 2014 y tras un referéndum que masivamente apoyó unirse a Rusia, es constitucionalmente un territorio de la Federación de Rusia- y no desencadenó una respuesta nuclear..

Sin embargo, tanto EEUU como la UE, a la vez que denuncian los «referéndums de la vergüenza» y adelantan que nunca reconocerán sus resultados, dicen tomarse muy en serio la retórica nuclear rusa. En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, Joe Biden denunció las «abiertas, temerarias e irresponsables» amenazas nucleares de Putin, advirtiendo que dicha guerra no debe darse nunca y que nadie puede ganarla, y que aunque hiela la sangre él no busca «una nueva guerra fría».

Los nuevos territorios estarán bajo la doctrina nuclear rusa

Otra vez, una vez más, el secretario general del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitry Medvedev, otrora considerado «paloma» y hoy el «halcón» más peligroso, ha ido mucho más lejos que Putin, al afirmar que «no hay vuelta atrás» tras los referéndums y que la «opción nuclear» está encima de la mesa. Es la primera vez que un mandatario ruso afirma que los nuevos territorios anexionados quedarán bajo la doctrina nuclear de Moscú, que cualquier intento por recuperarlos militarmente se consideraría un ataque a la «integridad territorial de Rusia», lo que justificaría la utilización de esas u otro tipo de armas.

La posibilidad de usar armas nucleares «no es un bluff», dijo Putin al anunciar la «movilización parcial». Medvedev ahora, sugiere que la decisión de usarlas podría estar ya tomada. EEUU y la UE dicen que «se toman muy en serio la amenaza». GARA