GARA
LA HABANA

Referéndum en Cuba para igualar en derechos al colectivo LGTBI

Los cubanos deciden si aprueban el nuevo Código de la Familia, que equipara los derechos de los homosexuales con los heterosexuales, paso que solo han dado en siete países de América Latina. Hay dudas sobre el resultado por lo avanzado del texto y por la crisis económica.

Un isleño deposita el voto en la urna.
Un isleño deposita el voto en la urna. (Adalberto ROQUE | AFP)

Ocho millones de cubanos comenzaron a votar ayer en un referéndum sobre el nuevo Código de la Familia, un texto muy avanzado en materia de derechos sociales que incluye el matrimonio homosexual y la maternidad subrogada. La pregunta es: «¿Está usted de acuerdo con el Código de la Familia?». El voto es voluntario y secreto.

El presidente Miguel Díaz-Canel acudió temprano con su esposa a un colegio electoral en el oeste de La Habana. El Código de la Familia «es una ley justa, necesaria, actualizada y moderna que da derechos y garantías a todos», afirmó el jefe de Estado.

La nueva ley, que revisa a fondo el texto vigente desde 1975, define el matrimonio como la unión de «dos personas», legalizando así el matrimonio y la adopción.

Además de reforzar los derechos de los niños, los ancianos y los discapacitados, introduce la posibilidad de reconocer legalmente a varios padres y madres, además de los biológicos, así como la maternidad subrogada sin ánimo de lucro.

Muchos de estos temas siguen siendo delicados en Cuba, una sociedad todavía marcada por el machismo y un gobierno que condenó al ostracismo a los homosexuales en los años 60 y 70.

Sin embargo, en las dos últimas décadas, la actitud de las autoridades hacia los homosexuales ha cambiado notablemente, y el «sí» ha sido objeto de una intensa campaña gubernamental.

En América Latina, el matrimonio entre personas del mismo sexo solo es legal en siete países y en varios estados mexicanos. La maternidad subrogada solo está permitida en dos estados mexicanos. En otros lugares, la mayor parte de las veces se encuentra en un limbo legal, ni prohibido ni permitido.

Dudas del resultado

En 2019, el gobierno había intentado introducir el matrimonio entre personas del mismo sexo en la nueva Constitución, antes de dar marcha atrás ante las críticas de las iglesias católica y evangélica. Posteriormente, los obispos han reducido el perfil de enfrentamiento, tras matizarse algunos de los apartados.

Pocos se aventuran a predecir el resultado del referéndum. En un contexto de profunda crisis económica y de emigración récord, y más de un año después de que las históricas manifestaciones de julio de 2021 en demanda de más libertad fueran ampliamente reprimidas, algunos votantes pueden verse tentados a abstenerse o a votar en señal de protesta. Son muchos los disidentes que han hecho campaña por el no.

Asimismo, la amplitud del texto, con más de 500 artículos, podría alimentar el voto negativo o la abstención, ya que algunos votantes dirían, por ejemplo, que están a favor del matrimonio igualitario, pero se oponen a la adopción.