A pesar de que no consiguió el objetivo de todo pelotari de llegar a 22, Unai Laso terminó satisfecho su partido de Agurain, el primero que disputó desde que se lesionara en Ordizia el 7 de setiembre. «No he sentido ninguna molestia y me quedo con eso. En cuanto al juego, no creo que haya jugado mal, sí que he hecho algunos fallos, pero ellos han jugado muy bien. Ahora el viernes me queda otro partido para coger ritmo», afirmó el de Bizkarreta-Gerendain, cuyo próximo reto es el Cuatro y Medio, donde empieza a competir el día 15 en el Labrit iruindarra, en la liguilla de cuartos de final.

El día en el que la feria más antigua de Euskal Herria regresaba a Agurain, la localidad alavesa homenajeó ayer a Fernando Egino, pelotari aficionado y responsable durante años de la escuela de pelota local, y lo hizo con el, probablemente, mejor partido que se puede programar hoy en día. El último precedente no era el mejor, pues en Zarautz Jokin Altuna se lesionó muy pronto y el partido quedó en simulacro. Por ese lado, ayer todos terminaron enteros y se dio por finalizada la temporada estival de 2022.

ACIERTA ALTUNA

Si en agosto en el Aritzbatalde el partido se rompió por la lesión del amezketarra, ayer fue el acierto del delantero de Aspe el que propició que los azules se escaparan 3-7 y 4-12, una renta que supieron gestionar hasta el final del estelar. Laso comenzó tan valiente como siempre, pero se le notó la falta de ritmo tras casi un mes de inactividad. La renta se amplió en el segundo descanso largo, 8-18, pero los de Baiko no se dieron por vencidos, endurecieron el partido y maquillaron su derrota.