El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, y el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, no consiguieron cerrar en Bruselas un acuerdo sobre la crisis de las matrículas que ha disparado la tensión entre el país balcánico y su exprovincia, por lo que la Unión Europea (UE), mediadora entre ellos, les pidió compromisos concretos.

«Era una cuestión de responsabilidad de ambos líderes el reducir la tensión urgentemente. Lamentablemente, hoy no han acordado una solución», admitió el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y facilitador del diálogo Kosovo-Serbia, Josep Borrell, tras ocho horas de reuniones con los dos líderes, tanto por separado como juntos.

Borrell estimó que su actitud es «una señal política muy negativa» y aseguró que la propuesta que presentó a Vucic y a Kurti fue aceptada por el serbio pero no por el kosovar. Esta propuesta preveía que Kosovo suspendiera inmediatamente nuevas fases de registro de vehículos en Kosovo Norte y que Serbia suspenda la distribución de nuevas matrículas. No obstante, Borrell pidió a ambas partes que apliquen ambas medidas para dejar «tiempo y espacio» para buscar una «solución sostenible». «No podemos ir de fecha límite en fecha límite, de crisis en crisis», señaló.

Ayer vencía el ultimátum de Pristina a los serbokosovares para que cambien sus placas serbias por matrículas kosovares. A partir de esa fecha la posesión de matrículas serbias en Kosovo será penada con multas.

En respuesta, los representantes de los serbios del norte de Kosovo dimitieron a principios de noviembre de todos sus cargos públicos, en el Parlamento, el Gobierno, la Justicia, la Policía y los cuatro municipios en los que los serbios son mayoría.

SERBIAK ETA KOSOVOK EZ DUTE KRISIA ITXI

Albin Kurti Kosovoko lehen ministroak eta Aleksandar Vucic Serbiako presidenteak ez zuten itxi matrikulen krisiari buruzko akordioa, ez eta Europar Batasunak proposatutako irtenbidea onartu ere. Proposamen horren arabera, Kosovok ibilgailuak erregistratzeko fase berriak berehala bertan behera utziko zituen, eta berdin egingo luke Serbiak matrikula berrien banaketarekin. Vucic onartzeko prest agertu zen, baina Kurtik uko egin zion. Hala ere, Josep Borrell EBeko bitartekariak bi neurri horiek betetzeko eskatu zien, «denbora irabazteko» eta bi aldeen arteko tentsioa baretzeko.