A. AGIRREZABAL
LONDRES
REFERÉNDUM ESCOCÉS

La Corte bloquea el referéndum escocés y Sturgeon activa el plan B

El tribunal de la Corte Suprema británica fue más allá de los aspectos legales y también valoró las consecuencias políticas que tendría la consulta en Escocia, por lo que dictaminó que Edimburgo no tiene el poder de legislar para un nuevo referéndum. El SNP se reunirá en enero para detallar una propuesta de referéndum de facto.

Nicola Sturgeon puso en marcha el plan B, un referéndum «de facto» en las próximas elecciones británicas.
Nicola Sturgeon puso en marcha el plan B, un referéndum «de facto» en las próximas elecciones británicas. (Andy BUCHANAN | AFP)

El independentismo escocés se agarraba como un clavo ardiendo a dos cuestiones: que un referéndum consultivo no afecta a la unión del Reino Unido y que la Corte Suprema se limitase a los aspectos legales. No se cumplió esta última premisa y arrastró a la primera, dictaminando por unanimidad que el Parlamento escocés no tiene el poder de legislar para organizar un nuevo referéndum.

La Corte Suprema dio por bueno el argumento del Gobierno británico de que esta consulta afectaría a un asunto reservado como la unión del Reino Unido. «En ausencia de cualquier modificación de la definición de asuntos reservados por una orden de la Sección 30 de la Ley de Escocia o de otra manera, el Parlamento escocés no tiene el poder de legislar para un referéndum», dictaminó la Corte.

El Gobierno del Reino Unido argumentó que los términos de la Ley de Escocia significan que la Corte Suprema solo puede considerar proyectos de ley que ya han sido aprobados, por lo que, en su opinión, la cuestión debía descartarse sin consideración y, en su defecto, defendía que el referéndum afectaba a un asunto reservado a Londres: la unión del Reino Unido. La Corte Suprema avaló este último argumento.

Consecuencias políticas

Lord Reed, presidente de la Corte Suprema, subrayó que la Ley de Escocia otorga a Holyrood poderes «limitados», y que «los asuntos reservados incluyen aspectos fundamentales de la Constitución, como la unión y el Parlamento del Reino Unido». El juez, escocés, recordó que el referéndum de 2014 se realizó tras el acuerdo entre los Gobiernos de Escocia y Reino Unido y la aplicación de la Sección 30 que otorgó poderes al Ejecutivo del norte de la isla para organizar el referéndum.

Durante la vista, celebrada en octubre, el Gobierno escocés argumentó que un referéndum en sí mismo no terminaría directa y legalmente con la unión del Reino Unido, sino que serían, en su caso, las posteriores negociaciones políticas. El tribunal, sin embargo, consideró que «la legislación no se limita al efecto legal» y que un referéndum celebrado legalmente «tendría importantes consecuencias políticas» que sí que afectarían «sin duda» a la unión.

Y ahí ha estado la clave de la sentencia. El tribunal fue más allá de los aspectos legales y también valoró las consecuencias políticas que tendría la consulta. «Está claro que el proyecto de ley del referéndum tiene más que una conexión vaga o consecuente con los asuntos reservados de la unión y del Parlamento del Reino Unido. Entonces eso cumple la prueba de que es un asunto reservado».

Así, sentenció que «en ausencia de cualquier modificación de la definición de asuntos reservados por una orden de la Sección 30 de la Ley de Escocia o de otra manera, el Parlamento escocés no tiene el poder de legislar para un referéndum».

Referéndum de facto

La premier escocesa, Nicola Sturgeon, compareció poco después en Edimburgo para valorar el fallo de la Corte y miró al futuro. «El SNP no está abandonando la ruta del referéndum, Westminster la está bloqueando. Y en ese escenario, debemos y encontraremos otro medio democrático, legal y constitucional por el cual el pueblo escocés pueda expresar su voluntad».

La líder escocesa ya había avanzado sus planes en caso de que la Corte Suprema negase al Parlamento de Edimburgo legislar para un nuevo referéndum de independencia: utilizar las próximas elecciones británicas como «referéndum de facto» La premier lo confirmó en su comparecencia en la capital escocesa, pero subrayó que «los detalles de lo que eso significa están aún por confirmar».

Para ello solicitó al Ejecutivo Nacional del SNP que organice una conferencia especial del partido a principios de 2023 para discutir y acordar los detalles de una propuesta de referéndum de facto. «Una elección general del Reino Unido es tanto la primera como la oportunidad más obvia de ser un referéndum de facto», apuntó. Sin embargo, no hay fecha para esa cita con las urnas, por lo que dentro del independentismo ya hay quien le ha pedido que convoque elecciones escocesas y las utilice con ese mismo fin.

Sturgeon apuntó que el fallo de la Corte Suprema «no es el resultado que esperaba», pero que brinda claridad sobre los poderes de Holyrood. De hecho, insistió en su apuesta por un referéndum acordado con Londres, pero afirmó que es de esperar que «el Gobierno británico «continúe con su absoluta negación de la democracia».

El primer ministro británico, Rishi Sunak, insistió en trabajar con las autoridades de Escocia en torno a «las cosas que realmente importan a los escoceses».

GALDEKETA BLOKEATU DUTENEZ, B PLANA ABIAN

Erresuma Batuko Auzitegi Gorenak aho batez adierazi du Eskoziako Parlamentuak ez duela beste erreferendum bat antolatzeko legeak egiteko ahalmenik, kontsulta izaera izan arren gai erreserbatu bati eragiten dioten «ondorio politiko garrantzitsuak» izango lituzkeela argudiatuta. Nicola Sturgeonek SNPren ezohiko biltzarra iragarri du urtarrilerako, bere B plana zehazteko eta Erresuma Batuko hurrengo hauteskunde orokorrak «de facto erreferendum» gisa erabiltzeko asmoa plazaratuz.