Hay dos maneras de ver las cosas. Se podría decir que el Mundial de Qatar va eliminando colores (o selecciones) o también se podría decir que ya hay dos colores exclusivos en cuartos: la Albiceleste de Argentina y la Orange de Países Bajos. Ambas selecciones se jugarán el pase a semifinales tras eliminar en la jornada de ayer a Australia y Estados Unidos, respectivamente.

ARGENTINA-AUSTRALIA (2-0)

Leo Messi y los suyos siguen haciendo su propio camino en la historia de Argentina, y ya están en cuartos de final del Mundial de Qatar. El astro del PSG disputó ante los aussie su partido número 1.000 como profesional. El futbolista de Rosario, de 35 años, jugó su partido 169 con la selección argentina, a los que suma 778 con el Barcelona y 53 con su actual club, el París Saint-Germain.

Hasta ayer había marcado 787 goles, a los que hay que sumar uno más, ya que fue él quien abrió el marcador en el minuto 35. En el 57, Australia regaló el segundo tanto. El guardameta Matthew Ryan cometió un gravísimo error al intentar regatear a De Paul dentro del área y terminó dejándole el balón a Julián Álvarez para que marcase a placer.

Aún así, los sudamericanos tuvieron que sufrir, como ya están acostumbrados, porque un disparo lejano, que golpeó en Enzo Fernández, desvió por completo la trayectoria de la pelota y se coló para poner el más que interesante 2-1.

Incluso los oceánicos tuvieron el empate, tras un jugadón de Beich que cortó en última instancia la zaga argentina. Lautaro pudo sentenciar, pero en los siete minutos de añadido Australia tampoco fue capaz de perforar la meta rival, y ahí tuvo muchísimo que decir el ‘Dibu’ Martínez, puesto que el guardameta argentino salvó a su equipo de la debacle en el último minuto del partido.

PAÍSES BAJOS-EEUU (3-1)

Denzel Dumfries, con dos asistencias y un gol, se convirtió en el otro gran protagonista del día, en su caso con una selección Orange que aprovechó dos goles psicológicos para hacer daño a su rival, que recortó distancias en el segundo tiempo pero no fue suficiente.

Los norteamericanos se lanzaron al ataque desde el arranque, con Pulisic como peligro. Sin embargo, en la primera jugada seriamente trenzada de los de Van Gaal -lleva 19 partidos seguidos sin perder como seleccionador, con una sola derrota en los últimos 47-, el balón acabó llegando a Dumfries, que con un sensacional servicio habilitó a Memphis Depay para que este batiese a Turner.

En el 42, Tim Weah, hijo del mítico George Weah, Balón de Oro en 1985 y actual Presidente de Liberia, agarró un zapatazo que puso en serios aprietos a Turner. Pero lo que llegó al filo del descanso fue el 2-0. Dumfries centró de nuevo desde la derecha para que Daley Blind -hijo de otro mito, Danny Blind, exseleccionador de su país- marcase a placer.

En el segundo tiempo, el partido se animó con el gol de Wright, que había entrado hacía poco, pero el sueño americano se desvaneció. Un sensacional Blind centró largo desde la izquierda para que, en el minuto 81, empalmase con la zurda Dumfries, cerrando el partido para la Orange y sellando una sensacional actuación personal en octavos.

HOY: FRANCIA-POLONIA E INGLATERRA-SENEGAL

Este domingo esperan dos duelos interesantes. Por un lado, el Francia-Polonia (16.00), en el que el guardameta Wojciech Szczesny acumula un 90% de paradas, dos penaltis detenidos y un gran porcentaje de la responsabilidad de que su selección superara la fase de grupos 36 años después, y en el que Antoine Griezmann es el hombre que hace carburar la maquinaria francesa.

En el otro duelo se verán las caras Inglaterra y Senegal (20.00). La selección africana conoce muy bien el fútbol inglés. Diez de sus futbolistas juegan en Inglaterra. El problema es que tendrá enfrente a una de las selecciones que mejor compite en torneos cortos.