El Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) impondrá probablemente hoy martes una multa de 160.000 euros a Ekondakin, el conglomerado que gestiona la incineradora de Zubieta, según adelantó ayer lunes “Argia”.

Dicha sanción se debe a los vertidos detectados el pasado julio en la regata de Arkaitzerreka, cuando una persona que paseaba por la zona documentó que el agua que pasa bajo la instalación afloraba a la superficie con espuma y un tono rojizo. Cabe recordar que en un primer momento GHK negó que el vertido procediera de esa instalación.

El Gobierno de Lakua instó a GHK a primeros de setiembre a solucionar el problema, y este trasladó la orden a Ekondakin, de la que forman parte el fondo de inversión Meridiam, la multinacional Urbaser, las constructoras vascas Altuna y Uria, Murias y Moyua; y la consultora cooperativa LKS, del Grupo Mondragon.

“Argia” aseguraba que Ekondakin hizo oídos sordos, por lo que el diputado foral de Medio Ambiente y presidente de GHK, José Ignacio Asensio, planteará la imposición de la mencionada multa.

En el texto que acompaña a la propuesta «se da por probado que el origen de las aguas residuales de Arkaitzerreka radica en los incendios producidos en dos depósitos de acumulación de residuos de la incineradora, que no sólo no estaban bien impermeabilizados, sino que no disponían de bombas de extracción de aguas residuales en la época inspeccionada por las autoridades».

La sanción es de 20.000 euros al día durante ocho días, aunque se desconocen los argumentos por los que se aplica solo a un lapso tan corto de tiempo, ya que el incumplimiento sería mucho más prolongado. La cantidad podría haber sido de hasta 30.000 euros al día, según el contrato, pero Asensio justificaría aplicar la cifra más baja porque «con estos vertidos no se habría producido ningún daño a la calidad del agua de Arkaitzerreka», aspecto que desmienten análisis como el encargados por el Ayuntamiento de Usurbil o los que maneja el Departamento de Medio Ambiente.