Mohammed ABED AFP
BEGIRADA

A perro flaco, todo son pulgas

El dicho lleva su parte de razón: las calamidades nunca vienen solas y se ceban con los más débiles y vulnerables. No hay más que mirar las devastadoras inundaciones que han azotado el campo de refugiados de Al-Shatee, en la ciudad de Gaza, en la prisión a cielo abierto más grande del mundo, con dos millones de palestinos encerrados entre un muro y el mar, que además es asiduamente bombardeada. En la desgracia, a los palestinos solo les queda armarse de fuerza y valor, concientes de que todo lo que no pueda con ellos, los hará más fuertes.