Rusia lanzó entre la noche pasada y la mañana del jueves 24 drones kamikaze y 55 misiles contra Ucrania. Según fuentes del Ejército ucraniano, todos los drones y 47 misiles, la mayoría de los cuales apuntaban a Zaporiyia, Kiev, Vinnytsia y Odessa, fueron derribados.

En un primer balance, se informó de que al menos tres personas murieron y siete resultaron heridas en un ataque con misiles de un sistema de defensa S-300 ruso contra infraestructura «de vital importancia» en la región de Zaporiyia, en el sur de Ucrania; y que al menos una persona murió en la capital y otras dos resultaron heridas. Las autoridades elevaron posteriormente a once el número de fallecidos en los ataques de ayer. Varios edificios quedaron dañados, entre ellos «un objeto de infraestructura energética en Kiev», alcanzado por un misil.

Los ataques no sorprendieron a los ucranianos, tras la pausa de 10 días en los ataques masivos contra infraestructuras civiles y la que consideran «acostumbrada» respuesta rusa a los avances en el apoyo exterior a Ucrania.

Los Leopard, en dos meses

El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, afirmó que los tanques Leopard prometidos a Ucrania llegarán a su destino a finales de marzo o principios de abril, un día después de que el Gobierno de Olaf Scholz diese el visto bueno final a la entrega de 14 carros de combate.

Pistorius, que sustituyó hace una semana a Christine Lambrecht, aprovechó su primera visita a soldados, en la zona de entrenamiento de Altengrabow (este), para confirmar un primer calendario.

«No tengo ninguna razón para pensar que será demasiado tarde», afirmó Pistorius, quien rechazó que una presunta indecisión de su Gobierno hubiera retrasado el envío de los carros de combate que reclama Kiev para su defensa. «No hemos dudado, hemos negociado», matizó.

El Ejecutivo británico pretende que los 14 tanques Challenger 2 que enviará para reforzar a Ucrania lleguen a ese país «a finales de marzo» y para ello comenzará a adiestrar a militares ucranianos en su uso desde la próxima semana.

La ministra de Exteriores francesa, Catherine Colonna, visitó ayer la ciudad ucraniana de Odessa en señal de apoyo al Ejército de Ucrania a casi un año del inicio de la invasión rusa del territorio.

El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev, afirmó que sin el dinero de Occidente y el armamento de la OTAN Ucrania no aguantaría ni un día. «Esa figura absurda de opereta que viste una camiseta verde sebosa depende en un 1.000% del armamento de la OTAN y del dinero occidental», ridiculizó Medvedev al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.

En el frente de guerra del Donbass, las fuerzas rusas aseguraron que han entrado a las afueras de la localidad de Vuhledar (Donetsk), donde se registraban duros combates.

El patriarca ruso y los «valores falsos» de los desertores

La decisión de muchos hombres en edad militar de abandonar Rusia durante la movilización parcial decretada por el Kremlin se debe a que «entre las jóvenes generaciones durante muchos años se imponían y afianzaban valores falsos importados desde el exterior, que se asumían sin el menor sentido crítico», afirmó el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kiril, durante una intervención ante la Duma rusa (Cámara baja).

«Es muy comprensible -concedió- el miedo a la muerte.... Pienso que muchos de ellos requieren de ayuda espiritual, de una guía», aconsejó.

El patriarca afirmó que «la Patria debe ser defendida» y aseveró que «la tarea de todo guerrero cristiano consiste en cumplir con su deber en el campo de batalla con honestidad y entrega, conservando su nobleza espiritual y su dignidad». GARA