En plena ola de protestas antigubernamentales que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, y que no parecen remitir, Perú aguarda expectante la posibilidad de que el Congreso apruebe el adelanto electoral a este mismo año, una de las demandas de los manifestantes, para poner fin a la crisis social y política que atraviesa el país desde la destitución y detención del presidente Pedro Castillo.

El Parlamento rechazó el viernes la propuesta de celebrar elecciones anticipadas en octubre de este mismo año con los votos, entre otros, de la izquierda, que lo hizo después de que se rechazara su exigencia de que junto a los comicios se celebre un referéndum sobre la pertinencia de convocar una Asamblea Constituyente. Ayer el Legislativo reconsideró su última votación y aprobó volver a debatir la propuesta.

El domingo, después del rechazo parlamentario y de que se registrara el primer manifestante muerto en las protestas en Lima, Boluarte dio un ultimátum al Congreso para que lograra un consenso.

En caso contrario, tenía previsto presentar dos iniciativas legislativas con caracter de urgencia para que las elecciones se celebren de todas maneras a finales de 2023 y además se haga una reforma constitucional.

Según la izquierda, tal medida buscaría que Boluarte dispusiera de tiempo para aprobar reformas electorales a su conveniencia.

La propuesta de Boluarte no recoge la demanda de los manifestantes y de la bancada de la izquierda de un referéndum sobre la Constituyente, lo que, según la presidenta, «es utilizado por algunas fuerzas políticas para menoscabar cualquier salida democrática a la actual situación».

Reconsiderar la votación

Con 66 votos a favor, 44 en contra y 6 abstenciones, y con el voto decisivo de su presidente, el derechista José Williams, para alcanzar el mínimo necesario, el Congreso aprobó ayer la petición para reconsiderar la votación del viernes.

Así, el Parlamento volverá a debatir para buscar un consenso que permita alcanzar los 87 votos necesarios para aceptar el adelanto de elecciones a este año que, de ser aprobado, deberá ser votado nuevamente en la siguiente legislatura, por tratarse de una reforma constitucional.

Al inicio de la sesión de ayer, el autor de la petición de reconsideración, el fujimorista Arturo Alegría, señaló a los legisladores que tienen «que darle una respuesta a la ciudadanía» y tomar «en cuenta la crisis» que afronta su país, y que desde diciembre se ha cobrado 65 muertos.

El portavoz del partido marxista Perú Libre, Flavio Cruz, respondió que «la población está demandando que renuncie» Dina Boluarte, y que «eso ayudaría a la solución que todo el país está buscando». Tras volver a rechazar la posibilidad de aprobar el adelanto electoral para octubre, instó a que el pleno tome en cuenta un dictamen en minoría presentado por su partido que pide el adelanto electoral para dentro de cuatro meses, con la inclusión de una consulta sobre una Asamblea Constituyente.

Jorge Montoya, del partido ultraderechista Renovación Popular, rechazó cualquier posibilidad de adelantar los comicios para antes de 2026, cuando debería terminar el actual período, y la fujimorista Patricia Juárez sostuvo que el objetivo debe ser «lograr la ansiada pacificación del país» y aceptar el adelanto de las elecciones. Las encuestas son favorables al partido de Keiko Fujimori, principal interesado en el adelanto a octubre.

El pleno del Congreso rechazó el viernes tanto adelantar las elecciones a octubre próximo como el proyecto de adelanto aprobado en primera instancia el 20 de diciembre, para que las elecciones se celebren en abril de 2024.