El Frente Polisario advirtió del riesgo de que de la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre Marruecos y el Gobierno español que comenzó ayer en Rabat puedan salir acuerdos que supongan de facto el «reconocimiento de la soberanía» marroquí sobre el Sáhara Occidental por parte del Gobierno español.

Entre la veintena de acuerdos que prevén firmar ambos Ejecutivos el Polisario teme que se incorporen cuestiones que toquen temas relativos al Sáhara Occidental que pasen por encima de su soberanía.

Abdulah Arabi, delegado del Frente Polisario, explicó del riesgo de una RAN «al servicio de una ocupación» en la que toman parte dos países que «se necesitan al uno al otro».

Así, el delegado subrayó su preocupación por posibles negociaciones relativas a los espacios aéreo y marítimo, mientras que en el ámbito cultural consideró que la hipotética apertura de una sede del Instituto Cervantes en El Aaiún sería denunciable porque legitimaría una ocupación ilegal.

Arabi afirmó que Rabat intentará supeditar todo lo que se firme a sus intereses políticos y opinó que las dudas sobre si finalmente habrá una reunión del rey Mohamed VI con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, eran «una forma más de chantaje». Marruecos «lo utiliza habitualmente para poner la guinda» a este tipo de foros, «en función de lo que quiera conseguir», añadió.

Así, la cumbre de ayer, que en teoría tenía un carácter anual, ha tardado ocho años en celebrarse por la negativa de Marruecos dados los desencuentros entre Rabat y Madrid, entre otros temas por el conflicto saharaui.

Tras el giro en la política española hacia el conflicto de Sahara Occidental plegándose a la postura marroquí, Rabat se ha abierto a mejorar la relación bilateral.

Mohamed VI planta a Sánchez

Con todo, el rey marroquí dejó claro ayer quién marca la agenda de esta relación y dejó plantado a Sánchez en la cumbre más relevante entre ambos países. La reunión con el monarca finalmente no tuvo lugar y la Casa Real alauí alegó que se encontraba fuera de Marruecos.

Mohamed VI la sustituyó por una conversación telefónica en la que ambos señalaron que la RAN será un éxito y servirá para consolidar la nueva etapa en las relaciones bilaterales. El rey marroquí invitó a Sánchez a un encuentro en otra visita oficial a Rabat.

El Ejecutivo español minimizó el desplante afirmando que ya sabía de antemano que no habría reunión, y dijo otorgar más relevancia a esa charla telefónica que a un mero saludo protocolario en una audiencia posterior.

Sánchez subrayó el «horizonte de prosperidad compartida en diálogo y amistad» en su intervención en el foro empresarial celebrado en la capital marroquí, que dio el pistoletazo de salida a la cumbre hispano-marroquí.

Por su parte, el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, elogió la «valentía» y el «realismo histórico» de Sánchez por su apoyo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, que ha abierto «una nueva etapa en las relaciones bilaterales».

Ajanuch añadió que la conversación de Mohamed VI con Sánchez abre «grandes perspectivas de inversión» entre ambos países. «Las relaciones van bien y avanzan hacia el futuro», concluyó.

La RAN alumbrará una veintena de acuerdos que suscribirán la docena de ministros que acompañan a Sánchez y sus respectivas contrapartes.

En concreto, las vicepresidentas primera y tercera, Nadia Calviño y Teresa Ribera, respectivamente; y los titulares de Exteriores, Interior, Justicia, Industria, Transportes, Inclusión Social, Agricultura, Educación, Cultura y Ciencia.

«Chantaje» migratorio

Además, se avanzará en el calendario para la apertura de las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla. La cooperación de Rabat para frenar la inmigración está también sobre la mesa de la reunión y el Gobierno español destacó la reducción de un 31% en las «llegadas irregulares» procedentes de Marruecos en el último año.

Precisamente, el delegado del Polisario incluyó también en la lista de «chantajes» de Rabat el uso de los flujos migratorios, algo que a su juicio «no va a desaparecer», y apuntó a la intencionalidad política en el retraso de las aperturas de las aduanas en Ceuta y Melilla. Es Marruecos, añadió Arabi, quien «elige el momento oportuno».

Pese a todo, volvió a instar a Sánchez a recuperar «la postura tradicional de España como potencia administradora» del Sáhara Occidental y a que no siga «empeñado en una decisión contraria al Derecho Internacional» como la adoptada en marzo de 2022, cuando el Ejecutivo de Pedro Sánchez catalogó el plan de autonomía marroquí para el territorio ocupado como la opción «más seria, realista y creíble».

AI exige el fin de la impunidad en Ceuta y Melilla

Amnistía internacional (AI) instaló frente al palacio de la Moncloa, en Madrid, varias siluetas de migrantes para recordar a los que murieron el pasado junio intentando saltar la valla de Melilla y exigir a los Gobiernos español y marroquí que acaben con la política de excepcionalidad y con las fronteras de Ceuta y Melilla como espacios sin derechos, frenar los malos tratos a los migrantes y garantizar la posibilidad de pedir asilo a las personas de origen subsahariano sin tener que jugarse la vida. La acción se llevó también ante la Embajada de Marruecos. AI reclama que se investigue lo ocurrido en el puesto fronterizo del Barrio Chino de Melilla en el que fallecieron al menos 37 personas y 77 siguen desaparecidas. «¿Será posible que se reúnan hoy los Gobiernos en cuya frontera murieron y desaparecieron más de 100 personas y no hablen de lo que sucedió y no tomen medidas para que esto no se repita? ¿Será posible que los derechos humanos sigan siendo invisibles e ignorados en las relaciones entre España y Marruecos y en esta cumbre?», cuestionó el director de AI-España, Esteban Beltrán, que aseguró que la cita se recordará «como la cumbre de la impunidad».GARA