La actual primera ministra francesa, Élisabeth Borne, fue la autora, en su etapa al frente de la cartera de Trabajo, de la reforma de 2021 sobre la que pivota la normativa que, tras su entrada en vigor, el 1 de febrero, permitirá limitar a 18 meses -frente a los 24 actuales- la percepción de la prestación por desempleo.

La nueva norma, que se aplicará por lo tanto a las personas en busca activa de trabajo en Zuberoa, Nafarroa Beherea y Lapurdi, es vista con desconfianza por sindicatos y formaciones de izquierda.

Su elemento más novedoso es que prevé que la prestación se module en función de un semáforo que mide el nivel de desempleo. A menos paro, la duración de la prestación se reduce, a más desempleo, la ayuda se mantiene en los baremos vigentes hasta la fecha.

Un sistema controvertido pero que el Gobierno galo justifica en el interés de alcanzar el pleno empleo, lo que pasa, a su juicio, por proveer de mano de obra a «sectores en tensión», es decir, a sectores que, por los sueldos que ofrecen o las condiciones de trabajo, no encuentran trabajadores.

La norma responde a la misma filosofía aplicada ya en la nueva modalidad para la percepción de la renta de solidaridad o RSA, cuyo cobro se va a condicionar a que la persona perceptora acepte trabajar de 15 a 20 horas semanales.

Lo que dice la norma

La ley de 21 de diciembre de 2022 incluye una serie de «medidas de urgencia relativas al mercado de trabajo con vistas a alcanzar el pleno empleo». Por esa norma se autoriza al Gobierno a prescribir nuevas reglas de indemnización de los trabajadores en situación de desempleo en función de «la situación del mercado laboral».

Concretamente, el semáforo funciona de la siguiente manera. Si la tasa global de desempleo es inferior al 9%, la duración de la percepción se reduce en un 25%, asegurando siempre a la persona que haya trabajado al menos seis meses una prestación de desempleo por una duración mínima de 182 días (seis meses).

Por el contrario, si la tasa de desempleo es superior al 9% se aplican las reglas vigentes hasta ahora sobre la duración de la percepción, que puede prolongarse hasta 24 meses, si se ha trabajado los dos años precedentes, o incluso por un periodo más largo en función de la edad.

Semáforo y tijera

De acuerdo con los datos del Instituto francés de Estadística (Insee), en el tercer trimestre de 2022 la tasa de desempleo se fijó en el Hexágono en un 7,1%. En Ipar Euskal Herria las cifras son incluso inferiores a la media regional y estatal. 2021 marcó un 6,2% de desempleo en los tres territorios, la tasa más baja de la última década.

Con esa estadística en la mano, el semáforo está en verde y así una trabajadora menor de 53 años que pierda a partir de ahora su empleo, tras haber trabajado antes al menos dos años, verá cómo su prestación pasará de durar esos 24 meses contemplados hasta la fecha a 18.

La nueva norma contempla otra serie de restricciones al cobro de la ayuda por desempleo. De esta forma, si una persona sin trabajo estable rechaza dos ofertas de contrato fijo o CDI en el plazo de un año, perderá su ayuda. Tampoco podrá recibir la prestación un empleado que haya dimitido de su puesto «sin un motivo justificado». La ley dificultará una ruptura acordada de la relación laboral, ya que dejará al trabajador sin la posibilidad de cobrar la prestación para hacer la transición desde su anterior empleo hacia una nueva actividad laboral.