Manex ALTUNA
ATHLETIC

Cuando Mr. Proper se desmelenó en Bilbo y otras gestas cadistas

El Cádiz se ha impuesto en sus últimas dos visitas a La Catedral. Dejó contra las cuerdas a Garitano y Marcelino experimentó otra noche aciaga el curso anterior. El argentino Dertycia rubricó en los 90 el único triunfo gaditano en el viejo San Mamés en Copa.

Sobrino y Negredo (de amarillo) consuelan a Raúl García en San Mamés.
Sobrino y Negredo (de amarillo) consuelan a Raúl García en San Mamés. (Monika DEL VALLE | FOKU)

El Athletic recibe hoy (21.00 horas) al Cádiz en San Mamés. Está obligado a ganar para revertir la racha negativa que acumula desde el reinició de la Liga tras el Mundial. Lleva tres derrotas y dos empates en cinco partidos. Los puestos europeos se alejan y necesita un triunfo ante un rival que llega en posiciones de descenso, a pesar de ganar en la última jornada. Encadena una racha de dos victorias, dos empates y una derrota. Asimismo, en el mercado invernal ha reforzado el equipo con las incorporaciones de los atacantes Roger Martí, Sergi Guardiola y Chris Ramos, el defensa Jorge Meré y centrocampista Gonzalo Escalante, ex de Eibar y Alavés.

Las estadísticas revelan que el equipo rojiblanco se ha impuesto en 12 de los 17 encuentros disputados frente al Cádiz en casa. Tan solo ha cosechado tres derrotas y la primera vez que perdió fue en un partido de Copa en los noventa.

El delantero argentino Óscar Alberto Dertycia hizo dos goles para sentenciar la eliminatoria. El Cádiz ganó por 1-0 el partido de ida en el Ramón de Carranza y Dertycia sacó los colores a los rojiblancos en el primer triunfo. Enganchó un tremendo disparo en un saque de banda que pilló desprevenido a Iru. Después se escapó en carrera para hacer el segundo antes del descanso.

Bautizado con guasa por la afición cadista como Mr. Proper -en honor al muñeco calvo del logo de un producto de limpieza-, Dertycia fue uno los jugadores más populares de la Liga a principios de los noventa. Internacional con Argentina, recaló en Cádiz procedente de la Fiorentina, equipo en el que compartió el ataque con un jovencísimo Roberto Baggio. Había sufrido una grave lesión en un choque con Maradona en un partido contra el Napoli, se quedó sin participar en el Mundial de Italia y perdió la melena que tenía por los nervios y el estrés. La enfermedad de su mujer también agravó la situación.

El argentino recuperó la sonrisa en Cádiz y se tomó con humor el apodo. En el programa ‘El Día Después’ hasta bromeaban haciendo seguimiento al crecimiento de su pelo. «No tengo que ir a la barbería ni tengo que usar peine o champú», bromeaba en las entrevistas.

OTRAS DOS VICTORIAS

Es llamativo que el Athletic haya ganado en las últimas tres visitas realizadas al Cádiz, pero es un rival que se le ha atragantado por completo en San Mamés. El guión ha sido muy similar en las dos derrotas cosechadas. El equipo amarillo se había metido atrás sin conceder ningún metro y aprovechó el error rojiblanco para llevarse la victoria.

Valverde y sus jugadores están advertidos de lo que se van a encontrar y deberán de buscar soluciones para remediar la falta de gol del equipo. Han marcado un único tanto en los últimos cinco partidos.

EL PENALTI DE TIKO

Si hay algún partido contra el Cádiz que ningún aficionado rojiblanco olvidará jamás es el de la temporada 2005/06. El Athletic se encontraba en plena lucha para escapar del descenso en la primera campaña del famoso bienio negro. Clemente había relegado a Mendilibar a mitad de temporada y el equipo sufría para sumar cualquier punto. La visita del conjunto amarillo era una oportunidad para sacar un triunfo en casa, pero se complicó con la expulsión de Amorebieta.

Con uno menos, al Athletic se le hizo casi imposible poner en aprietos al rival. Sin embargo, Julen Guerrero se sacó de la chistera un gol olímpico en el descuento. El balón entró, pero un defensor gaditano lo sacó con la mano. El árbitro era el ínclito Megía Dávila y resolvió decretar un penalti en vez de conceder el tanto. Iraola no falló en el lanzamiento.

De nuevo, el colegiado tuvo que dejar su impronta y obligó a repetir la pena máxima alegando que un jugador rojiblanco había entrado en el área. Iraola no quiso repetir y Tiko dio un paso al frente. Soltó uno de sus famosos tikotazos a la escuadra y toda la grada respiró con alivio.