Maddi TXINTXURRETA
EXPLOTACIÓN LABORAL

Infradenuncia en los casos de abuso laboral a migrantes

ELA, LAB y CCOO sospechan que los casos de abuso laboral a trabajadores y trabajadoras migrantes en la hostelería son muchos más de los que llegan a ser denunciados. El mayor problema es, indican, que estos empleados y empleadas no denuncian su situación por miedo a perder sus puestos de trabajo.

Concentración realizada por LAB el martes frente al bar Senra de Hondarribia, que regenta el empresario acusado de explotar a trabajadores y trabajadoras migrantes.
Concentración realizada por LAB el martes frente al bar Senra de Hondarribia, que regenta el empresario acusado de explotar a trabajadores y trabajadoras migrantes. (Gorka RUBIO | FOKU)

El empresario hostelero Enrique Senra fue detenido la pasada semana acusado de expolotar a 21 personas migrantes que trabajaban en los dos bares que regenta en la Parte Vieja donostiarra (calle 31 de Agosto y Narrika), de nombre Senra los dos. La denuncia de uno de los trabajadores motivó la investigación de Inspección de Trabajo, y dos días después de la detención, LAB destapó en una protesta que este mismo empresario opera de la misma manera en el bar que regenta en Hondarribia. El sindicato calcula que unas cuarenta trabajadoras y trabajadores de estos establecimientos han podido sufrir explotación laboral al menos en los últimos meses. Y en la concentración que realizó el martes, frente al establecimieto de Hondarribia, advirtió: «No es un caso aislado».

GARA ha hablado con responsables de ELA, LAB y CCOO para averiguar si tienen datos sobre la frecuencia de casos de abuso laboral de trabajadoras migrantes en el sector hostelero. Señalan que no les llegan demasiados casos de este tipo. Pocos trabajadores de origen extranjero sacan a la luz sus malas condiciones laborales. Y este es justamente el mayor de los problemas.

Una de las razones por las que no acuden a los sindicatos es que, según las centrales, en la mayoría de los establecimientos hosteleros no hay representación sindical. «Hay bares que tienen menos de seis trabajadores, muchos son negocios familiares», apunta Mari Luz Rodriguez, responsable de ELA del sector hostelero en Gipuzkoa. Pero precisa que el motivo principal es el «miedo»: «Mucha gente no demanda por miedo a quedarse sin el puesto de trabajo».

El caso de Senra puede ser, por su gravedad -los empleados trabajaban sin contrato con jornadas de hasta quince horas-, excepcional, pero los sindicatos creen que los casos de abuso laboral contra personas migrantes pueden ser habituales. «Muchas personas que necesitan regularizar su situación trabajan en hostelería; creemos que algunos empresarios se aprovechan de su situación de vulnerabilidad para intentar acumular riqueza», expone Olatz Arrieta, responsable de LAB del sector hostelero de Donostia.

Oskar Arenas, secretario de Internacional y Protección Social de CCOO, agrega que los trabajadores migrantes sufren una «doble penalización», «triple» en el caso de las mujeres, y advierte de que esto les puede empujar a «bascular la decisión de denunciar». Considera «esencial» garantizar que estas personas «dispongan de los resortes adecuados para poder denunciar sin temor» y, para ello, cree indispensable la coordinación de los sindicatos con las administraciones públicas, así como la colaboración policial «para destapar estas situaciones».

«Debemos situar la gravedad de lo ocurrido y focalizar la respuesta penal en estos empresarios piratas sin escrúpulos e impulsar una penalización social a los negocios que salen adelante imponiendo condiciones laborales indignas», manifestó Arenas.

Cuando le llegan casos de abuso laboral contra migrantes, CCOO presta asesoramiento a la persona afectada a través del Cite (Centro de Información para Trabajadoras y trabajadores Extranjeros) y presenta la denuncia en Inspección de Trabajo. ELA y LAB también acuden a Inspección de Trabajo, aunque Arrieta critica que a veces no es «la mejor solución». Asegura que «muchas veces mira para otro lado» y «evita meterse en estos temas cuando hay una denuncia por este tipo de situaciones».

EL CONVENIO, OTRA TRABA

El convenio de hostelería de Gipuzkoa no se ha actualizado desde hace trece años y, además, algunos hosteleros «no respetan» las condiciones del acuerdo firmado para los años 2008-2010, según Rodriguez. «No se respeta la jornada, no hay un sistema de fichaje telemático, se trabaja sin calendario..., pero muchos no se atreven a demandar».

La responsable de ELA recuerda que el sindicato intentó reactivar la negociación de un nuevo convenio en 2018, pero con la pandemia este proceso se paralizó. «En 2023 nuestros esfuerzos se destinarán a sacar adelante el convenio de hostelería. Pero depende de que la parte empresarial quiera un convenio que regule las condiciones», advierte.