Jon ORMAZABAL
FÚTBOL

El Athletic se rearma encontrando un filón en la banda derecha

Sin alardes, pero un equipo muy sólido en el eje de la defensa juegue quien juegue, la claridad de Vesga en la medular y un par de accidentes del Valladolid permiten a los de Valverde regresar a la senda de la victoria con un contundente triunfo en Pucela.

Los rojiblancos celebran el gol de Guruzeta, que volvió a marcar ante el Valladolid.
Los rojiblancos celebran el gol de Guruzeta, que volvió a marcar ante el Valladolid. (Luis A. SIMON GARCÍA | AGENCIA LOF)

Sin excesivos alardes, pero con una gran solvencia en el eje de la defensa, juegue quien juegue, un Vesga creciendo en el centro del campo y el filón que los rojiblancos encontraron en el carril derecho, el Athletic logró rearmarse ayer en Pucela con un contundente triunfo ante un Valladolid que dio síntomas de descomposición, con un Pacheta incapaz de tapar los grandes agujeros de su equipo, especialmente atrás.

No necesitó el Athletic estar brillante para dominar un partido ante un rival que no tuvo ni el empuje que se le presupone a un equipo local con el agua al cuello. El equipo de Valverde encontró un filón por la banda derecha ante la indolencia de Óscar Plano y Escudero, con Óscar de Marcos percutiendo con peligro y le bastó con insistir por ahí.

Quizá de la forma menos pensada, pero el tesón rojiblanco encontró el premio del gol en una falta botada por Iñigo Martínez, que encontró puerta tras golpear su disparo en el cuerpo de Óscar Plano. La fortuna sonrió al ondarrutarra, poniendo fin a una sequía en este tipo de jugadas que se alargaba desde el 31 de octubre de 2021, cuando Muniain rescató en el último minuto un punto en el derbi de Anoeta.

El equipo castellano se hundió tras encajar este tanto, perdió el sitio en el campo, y ni siquiera importó que el Athletic no hiciera sangre en un primer momento.

Afortunadamente, Pacheta se limitó a cambiar de central en el descanso y Óscar de Marcos siguió percutiendo por su carril para, tras un buen par de aproximaciones, poner un gran centro al segundo palo, por donde entró un Guruzeta que parece tenerle tomada la medida al equipo castellano, al que ya metió dos goles en San Mamés en la primera vuelta.

Pacheta reaccionó de inmediato y fue cambiar su banda izquierda por completo para, en una jugada desafortunada por resbalón de Dani García, Larin meter a su equipo en el partido.

Por suerte, otro accidente, en este caso en el área local, permitió rearmarse de nuevo al Athletic, gracias a un penalti por una mano tan absurda como clara de Joaquín en un centro desde el vértice del área sin mayor problema. Vesga, que cuajó un notable partido y se confirma como un especialista desde los once metros, no desaprovechó la oportunidad y puso sentencia a un rival superado y que no supo tapar sus múltiples lagunas.