David MESEGUER (BAGDAD)
VEINTE AÑOS DESPUÉS DE LA OCUPACIÓN DE EEUU

«Aznar también se merece un zapatazo por la invasión de Irak»

El periodista iraquí que protagonizó el icónico signo de desprecio hacia George W. Bush, lanzándole un zapato, hace balance para GARA del 20 aniversario de la ocupación liderada por EEUU, en la que participó el Estado español. «Aznar también se lo merece», afirma. Denuncia el doble rasero de la Justicia internacional.

Muntazer al-Zaidi, héroe nacional para miles de iraquíes, recibió a GARA en su casa de Bagdad
Muntazer al-Zaidi, héroe nacional para miles de iraquíes, recibió a GARA en su casa de Bagdad (David MESEGUER)

Aquella imagen me perseguirá toda la vida, pero volvería a hacerlo. Era necesario que el mundo visualizara el rechazo de todo un pueblo contra la ocupación estadounidense», explica a GARA Muntazer al-Zaidi, autor en 2008 del lanzamiento de un zapato al entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush. El periodista pudo llevar a cabo uno de los peores insultos en el mundo árabe después de haberlo concebido tres años antes. «En 2005 tuve la idea e, incluso, preparé un vídeo a modo de testamento para que ni Irán ni Al Qaeda se apropiaran de mi figura», recuerda Al-Zaidi, que en aquel momento trabajaba para la cadena de televisión Al-Baghdadiya.

El reportero, que ahora tiene 44 años, siguió al mandatario estadounidense durante todas sus ruedas de prensa en territorio iraquí hasta que, en diciembre de 2008, pudo perpetrar la acción: «Bush dijo que el pueblo iraquí recibiría a los soldados estadounidenses con flores y había que demostrarle que se equivocaba». Aunque fue detenido de inmediato, pocos minutos después, su testamento ya tenía miles de reproducciones en la red. «Pasé nueve meses en prisión bajo todo tipo de torturas», señala Al-Zaidi mientras muestra el parte médico de lesiones de entonces en la pantalla de su teléfono.

«Aznar también se merece un zapatazo por la invasión de Irak. Sobre todo, porque gran parte de la sociedad española se había manifestado en contra», subraya el periodista en relación al apoyo de José María Aznar y del primer ministro británico de aquel momento, Tony Blair, a la invasión militar liderada por EEUU por la supuesta y nunca demostrada presencia de armas de destrucción masiva.

Desde el salón de su casa, presidido por una bandera iraquí, en el barrio meridional de Al-Zafraniya, Muntazer al-Zaidi critica el doble rasero de la Justicia internacional ahora que ha emitido una orden de arresto contra Vladimir Putin. «No estoy en contra de que el presidente ruso pague por sus crímenes de guerra, pero ¿dónde ha estado todos estos años el Tribunal Penal Internacional mientras morían cientos de miles de iraquíes a causa de la ocupación?», se pregunta.

El periodista iraquí denuncia que durante estos veinte años ningún iraquí ha sido interrogado como testigo por las masacres sufridas y se pregunta si «hay que tener ojos azules para que el mundo simpatice con una causa», en clara referencia al apoyo occidental al pueblo ucraniano frente a Rusia.

En relación a la situación actual de Irak, Al-Zaidi apunta que «durante la dictadura de Saddam Hussein solo tenían un hombre malo, pero ahora son cientos», en alusión a todos los diputados, líderes religiosos y tribales que llevan las riendas del país. Crítico con la política desplegada por todos los presidentes de EEUU que han sucedido en el cargo a George W. Bush y con los 2.500 militares estadounidenses todavía presentes en territorio iraquí, el periodista también cuestiona la fuerte interferencia militar y política de Irán en los asuntos domésticos.

Héroe nacional para miles de iraquíes, de entre todos los regalos recibidos, el reportero destaca una fotografía colocada en el recibidor de su casa donde aparece con la bandera iraquí sobre los hombros que la población de Abu Ghraib -lugar de ubicación de la cárcel gestionada por EEUU donde se aplicaron innumerables torturas- le envió en señal de gratitud.

SALTO FALLIDO A LA POLÍTICA

Aunque sigue publicando artículos de opinión en algunos medios y produce contenido de análisis político para sus redes sociales, Muntazer al-Zaidi explica que desde su salida de prisión, en 2009, ningún medio de comunicación ha querido contratarlo. «Incluso los medios con una visión contraria a EEUU no me quieren en su plantilla. Soy su héroe, pero mejor tenerme lejos porque con tantos problemas existentes, lo último que desean es provocar el malestar de la Casa Blanca», afirma.

En este contexto de veto mediático, Al-Zaidi se alejó temporalmente de Irak para hacer activismo en Europa y Líbano donde, incluso, llevó al teatro su libro “El último saludo al presidente Bush”. Luego regresó al país con la intención de dar el salto a la política para «acabar con los ladrones y corruptos» que saqueaban las arcas públicas. Su candidatura en las elecciones de 2018 para lograr un escaño en el Parlamento fracasó estrepitosamente.

«Aunque en esos comicios robaron votos y quemaron papeletas, de cara al futuro pienso volver a presentarme con una candidatura sólida», destaca el periodista que ahora toma fuertes medidas de seguridad tras varios intentos fallidos para acabar con su vida.

«Debido a mi papel en las manifestaciones de 2019, las milicias proiraníes me acusaron de ser un colaboracionista de Estados Unidos. Aquello me colocó una diana y desde entonces he sido objetivo de siete ataques fallidos», denuncia Al-Zaidi, mientras dibuja una pequeña carcajada para remarcar la incredulidad de la acusación.

«Solo no puedo cambiar las cosas, necesito sumar apoyos. Mozart pasaría inadvertido en una sociedad sorda, así como Dalí en una sociedad ciega. Necesitamos que la juventud iraquí vaya abriendo la mente poco a poco para poder generar grandes cambios», concluye el hombre que en su día desafió a uno de los mandatarios más poderoso del planeta.