EDITORIALA

Compromiso social en la lucha contra el racismo

Ayer se celebró el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial instituido por Naciones Unidas en el año 1966. A pesar del tiempo transcurrido, la conmemoración sigue manteniendo toda su vigencia. De hecho, los discursos racistas, la xenofobia y las discriminaciones raciales, lejos de disminuir, se han extendido y multiplicado por todo el mundo. Las guerras, la pobreza y las catástrofes naturales están provocando un aumento de la inseguridad, de la desigualdad y de las migraciones forzosas. Y, en este panorama incierto, los discursos racistas, convenientemente instigados por los poderosos, encuentran un caldo de cultivo propicio.

En Euskal Herria la conmemoración comenzó con la detención de tres personas en Urruña que, tras varias horas en comisaría, fueron liberadas. La Policía francesa les acusa de proporcionar «ayuda ilegal» a los migrantes. Detener a activistas que socorren a las personas sin papeles el día internacional contra el racismo es un buen modo de expresar el escaso compromiso de las autoridades galas con los derechos humanos. Más cuando esas mismas autoridades han decidido mantener, sin ninguna justificación, el control de la frontera en el Bidasoa que en los últimos dos años ha provocado la muerte de nueve personas. Unas muertes que poco preocupan al Gobierno de Emmanuel Macron y que muestran la falta de interés y de disposición política del Ejecutivo galo en el combate al racismo y la xenofobia.

El contrapunto lo puso la manifestación convocada por una quincena de colectivos sociales en Bilbo para denunciar el racismo institucional que vulnera la vida y la igualdad de las personas. Los convocantes pusieron el acento en exigir políticas públicas que vayan dirigidas a promocionar la igualdad racial y social. A fin de cuentas, más allá de las condenas del racismo en todas sus expresiones, son necesarias políticas públicas que reduzcan la incertidumbre y garanticen unas condiciones de vida dignas e iguales para todas las personas. En conjunto, la jornada mostró claramente la importancia del compromiso social en la lucha contra el racismo.