El ejercicio de 2020 se cerró con un beneficio de 87,4 millones, con unos ingresos de 4.157 millones, en Volkswagen Nafarroa, según los datos dados a conocer ayer. El 96% de los ingresos procedieron de la venta de coches y el 4% restante de la comercialización de carrocerías, componentes y recambios. Las inversiones alcanzaron los 30,3 millones de euros.

De esta última cifra, 9,4 millones de euros se invirtieron en trabajos relacionados con el Taigo, mientras que las labores relacionadas con el rediseño del Polo y del T-Cross supusieron una inversión de 1,7 millones de euros y de 1,9 millones, respectivamente.

Los trabajos relacionados con el futuro modelo eléctrico supusieron 1,8 millones de euros y, por último, el resto de actuaciones realizadas en la fábrica sumaron una inversión de 15,5 millones.

288.088 vehículos

Volkswagen Nafarroa cerró 2022 con una producción total de 288.088 vehículos, de los que 36.946 coches correspondieron al modelo Polo, 154.151 al T-Cross (incluidos 72 modelos de preserie del nuevo modelo) y 96.991 al Taigo.

Respecto a la transmisión, el 55,5% de los vehículos fabricados equiparon cambio automático DSG. La factoría de Landaben cerró el año 2022 con una plantilla de 4.546 trabajadores en activo.

El director financiero de Volkswagen Nafarroa, Holger Schulz, calificó el resultado como «bueno, ya que el incremento de volumen respecto del año pasado» les ha permitido «aumentar el resultado después de impuestos, a pesar de las dificultades en el suministro de piezas sufridas por el sector de automoción».

El presidente de la empresa, Michael Hobusch, remarcó que «es un trabajo de todos y el resultado del buen hacer de un equipo eficiente y productivo que se ha sabido adaptar a la inestabilidad derivada de la disponibilidad de piezas».