Después de catorce años, la condena impuesta por la Audiencia Nacional al gasteiztarra Oier Urrutia conlcuyó ayer miércoles, según anunció Etxerat en sus redes sociales. Fue condenado por pertenencia a Segi y acciones de «kale borroka».

Se encontraba en libertad condicional desde diciembre de 2020. Para entonces había pasado casi doce años en la cárcel y estaba en Zaballa en tercer grado, tras fases anteriores en A Lama (Pontevedra), Navalcarnero (Madrid) o Daroca (Zaragoza).

En el auto que le concedió la libertad condicional hace poco más de dos años, se recogió que Urrutia reúne los requisitos objetivos y subjetivos mínimos necesarios para la obtención del último grado de cumplimiento, y por tanto se le otorgó la libertad condicional.

En realidad Oier Urrutia ya tenía las tres cuartas partes de su condena cumplidas desde setiembre de 2019, aunque no se le concedió el tercer grado hasta julio de 2020 (junto a Txus Martin y Sebas Etxaniz).

En mayo de 2019, un amigo de Urrutia sufrió un accidente de coche al ir a visitarle a Logroño, al reventarse una rueda, afortunadamente sin consecuencias.