El Alavés vuelve a lamentarse de la oportunidad perdida. No tanto por no haber podido hacer frente a un Sevilla en buen momento, sino porque la jornada le volvía a permitir recortar distancias y, una vez más, no lo aprovechó. La lectura positiva es que tampoco se le escapará nadie -perdieron Levante Las Planas y Villarreal, el Alhama juega contra el Barcelona, el Athletic en Anoeta y Betis y Sporting se enfrentan entre sí- y la desventaja seguirá siendo salvable pero las oportunidades no son infinitas y ya solo quedan seis jornadas por delante.

El otro apunte para el optimismo pasa por la capacidad de las albiazules de mantenerse en el partido incluso cuando todo está perdido, aunque como en Donostia y en Sevila también tenga que ver con la pérdida de tensión de un rival que se ve ganador.

Y que, en el caso de las andaluzas fue superior durante todo el partido, que se les puso de cara muy pronto con el primero de Martín-Prieto. Después se lo tomó con calma, corriendo menos riesgos que de costumbre y tirando de efectividad para ampliar distancias justo antes del descanso. A los ocho de la reanudación, llegó el tercero y en el setenta Jessica Martínez sentenciaba el choque

El Alavés, que apenas había hecho daño hasta entonces, no quiso arrojar la toalla y tuvo premio con un golazo de falta de Gema y un cabezazo de Miku que le permitieron, al menos, caer con un marcador menos contundente.