A convocatoria del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria, Bilbo, Donostia, Gasteiz e Iruñea acogieron ayer sendas manifestaciones en las que exigieron que se establezca «de inmediato» la pensión mínima de 1.080 euros y advirtieron de que, de hecho, esta cantidad va camino de ser insuficiente debido al alza de la inflación, y será preciso incrementarla hasta 1.260 euros. «La pensión mínima de 1.080 euros ya se ha quedado corta tal y como ha ido el coste de la vida», enfatizó desde Iruñea el portavoz de la plataforma en Nafarroa, Benito Uterga.

Los manifestantes también mostraron su rechazo al decreto sobre pensiones acordado en el Congreso, pues aunque «tiene aspectos positivos», valoraron que «no es la reforma» que vienen reclamando desde hace más de cinco años. «No se puede decir que este Real Decreto-ley (RDL) no tiene recortes. Los recortes en las pensiones procedentes de reformas anteriores se siguen cumpliendo», expusieron.

A juicio de los convocantes, «aunque el RDL incorpora ciertas mejoras», como la garantía este año del IPC, «es parte de un proceso de reformas que está recortando pensiones y derechos de las personas pensionistas». Añadieron en este sentido que reformas previas, como la de 2011, «deberían haber sido derogadas» pero «se perpetúan».

NI 25 NI 29, 15 AÑOS DE COTIZACIÓN

En un comunicado leído al término de las movilizaciones, los y las pensionistas reclamaron la recuperación de la jubilación a los 65 años de edad, los 15 años de cotización mínima necesaria para el cálculo de la pensión -que con la actual reforma crecen hasta los 29 años-, así como la derogación de los coeficientes reductores de la jubilación anticipada con 40 años cotizados. «Rechazamos que se aumente de 25 a 29 años el periodo de años cotizados para el cálculo de la pensión; ni 25, ni 29, ni 30, volver a los 15 años anteriores a 2011», concretaron.

Asimismo, pidieron que los planes de pensiones colectivos de empleo coticen y tributen como rentas de trabajo, y exigieron «medidas efectivas para erradicar la brecha de género en salarios y pensiones» ya que crear un complemento que aumenta para 2024 y 2025 un 10% de la prestación por hijo es «insuficiente».

Para el Movimiento de Pensionistas, someter las decisiones futuras respecto a la financiación y prestaciones del sistema de pensiones, «a los criterios del Informe de envejecimiento publicado por la Comisión Europea, la AiReF y el Pacto de Toledo deja la puerta abierta a nuevos recortes de las pensiones». Al respecto, instaron «al gobierno y partidos políticos» a «aprovechar la tramitación parlamentaria para establecer de inmediato, en 2023, la pensión mínima de la persona pensionista con cónyuge no a cargo en 1080 euros por catorce pagas».

LAS PROMESAS DE CAMPAÑA

Por otra parte, y en pleno contexto electoral, Uterga afirmó que dan «muy poca credibilidad» a las promesas de campaña, ya que, según recordó, en años anteriores «también ha habido promesas de cara al fortalecimiento del sistema público» pero «las presiones que se dan desde las esferas económicas, que son las que más condicionan, van en la dirección contraria» de «fortalecer los sistemas privados de pensiones».

Además de las manifestaciones llevadas a cabo ayer en las capitales de Hego Euskal Herria, el Movimiento de Pensionistas, que lleva un lustro sacando sus demandas a la calle, ha convocado una nueva movilización conjunta en Gasteiz el próximo 25 de mayo.