Daniel GALVALIZI
MADRID

Por qué Podemos le puede aguar la noche electoral al Partido Popular

La formación morada podría acabar obteniendo escaños en varios parlamentos y ayuntamientos donde las encuestas hace no mucho los daban por debajo del suelo del 5%. El reparto proporcional perjudicaría al PP en Madrid, País Valencià, Illes Balears y Extremadura.

Alberto Núñez Feijóo, con Martínez Almeida y Díaz Ayuso.
Alberto Núñez Feijóo, con Martínez Almeida y Díaz Ayuso. (AFP)

Los ciudadanos del Estado español eligen hoy a sus autoridades municipales, autonómicas (salvo en la CAV, Castilla y León, Catalunya, Andalucía y Galiza) y sus diputaciones provinciales (en la CAV, Illes Balears y Canarias).

La tendencia general es un crecimiento del voto conservador y se constata la casi defunción de Cs, que cederá casi 9 de cada 10 de sus votos al PP y a Vox, que será la formación que más crecerá.

Quienes más se juegan hoy son el PSOE (gobierna en 10 de las 12 comunidades) y sus aliados soberanistas y nacionalistas, con los que cogobierna en Nafarroa, País Valencià, Illes Balears y Canarias. En Madrid y Murcia arrasará el PP y la lectura del día después puede ser un viraje claro a la derecha.

Pero aquí aparecen el sistema electoral y la democracia parlamentaria. Quien gana no necesariamente gobierna. Hace no muchas semanas, el PP iba nítidamente a arrebatarle el poder al tripartito PSOE-Compromís-Podem en la Generalitat valenciana, al de PSOE-Més-Podem en Balears y a una mayoría absoluta propia, sin necesidad de Vox, en la Comunidad de Madrid, además de una mayoría clara de derechas en el Consistorio de la capital del Estado.

Sin embargo, la realidad es otra. Pese a las indudables mejoras auguradas en todas las circunscripciones, un partido asoma para provocarle una migraña parlamentaria al PP: Podemos, en alianza con Izquierda Unida y Alianza Verde, salvo en Asturies y Zaragoza.

¿Por qué? Porque al superar el 5%, entraría y cambiaría el reparto de escaños del sistema D’Hont, ya que la aparición de una nueva fuerza perjudica a la primera minoría. Blanco sobre negro. También ayuda la desaparición de Cs, al retirarle una muleta al PP. Paradoja: la tan comentada división de las izquierdas podría salvar la noche a varios gobiernos.

Podría evitar la mayoría absoluta de la derecha en el País Valencià y en la Comunidad Madrid, y arrebatarle el Ayuntamiento de Madrid con la suma de Más Madrid-PSOE-UP. Podría favorecer un empate de bloques en Illes Balears, cuyo Govern probablemente acabaría decidiendo PI (especie de Convergència i Unió de Mallorca). Y en Extremadura salvaría al PSOE y le permitiría seguir al frente de la Junta pese a empeorar sus resultados.