GARA
ANKARA

Erdogan revalida su mandato y gobernará Turquía cinco años más

No hubo margen para la sorpresa. Recep Tayyip Erdogan venció en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Turquía, con el 52,1% de los votos, y seguirá al frente del país cinco años más. Desde el inicio del recuento, el presidente turco encabezó el escrutinio, Su rival, Kemal Kiliçdaroglu, se quedó con el 47,9% de los apoyos.

Seguidores de Erdogan caminan hacia el palacio presidencial para escuchar su «discurso del balcón».
Seguidores de Erdogan caminan hacia el palacio presidencial para escuchar su «discurso del balcón». (AFP)

El jefe de Estado y de Gobierno de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se declaró ayer vencedor de las elecciones presidenciales al afirmar, en Estambul, que ha recibido la «responsabilidad de gobernar el país» los próximos cinco años.

Tras 20 años en el poder, según los datos preliminales al 99% escrutado, el reelegido presidente obtuvo el 52,1% de los votos frente al 47,9% de su rival, el kemalista líder opositor, Kemal Kiliçdaroglu.

Erdogan insistió en que el resultado es un fracaso para el CHP, la formación socialdemócrata de Kiliçdaroglu, en la oposición.

Recordó que la siguiente cita con las urnas será en 2024, cuando se celebran elecciones municipales en el país. «¿Estáis preparados para ganar Estambul en 2024? No paréis, debemos seguir trabajando», exhortó a sus seguidores.

Kiliçdaroglu admitió su derrota y prometió continuar su lucha desde la oposición. «He luchado por vuestros derechos, he luchado para que podáis vivir en prosperidad y seguiré luchando», señaló.

El resultado electoral refleja una vez más la división de la sociedad en dos mitades casi iguales, a favor y en contra de Erdogan y su discurso nacionalista e islamista. Su promesa de convertir Turquía de nuevo en una gran potencia islámica internacional, con industria de armamento propio, ha tenido un gran eco.

Los argumentos de la oposición, que subrayan una nefasta gestión económica, con la inflación interanual superior al 40%, un desplome de la lira turca y una carestía generalizada, han movilizado la otra mitad del electorado.

La oposición ha denunciado la enorme desigualdad de condiciones en la campaña. Con todo, Kiliçdaroglu ha forzado una segunda vuelta por primera vez desde que se instauró la elección del presidente por sufragio directo en 2014.

Los analistas destacan que Kiliçdaroglu ha logrado unir en un gran bloque de la oposición a un importante sector del panturquismo con la izquierda y el nacionalismo kurdo, cuando habitualmente son posiciones muy enfrentadas.

CARISMA Y RETÓRICA

Pero de nuevo, el carisma y la retórica de Erdogan han convencido. Es de esperar que con su victoria, la economía seguirá frágil y sobrecalentada, con una política dirigida a incentivar el consumo, la producción y el empleo, pero no puede sostenerse a largo plazo, ya que la moneda se mantiene artificialmente por intervenciones del Banco Central.

En política exterior seguramente rebajará su tono -agresivo para ganar simpatías en el sector panturco- para reducir el desgaste en el ámbito internacional. Hace ya meses avanzó que una reconciliación con el presidente siria, Bashar al-Assad, tendrá lugar pronto, e insinuó que podría reconsiderar el bloqueo a la entrada de Suecia en la OTAN.

Donde no se esperan grandes cambios es en derechos humanos: los numerosos activistas políticos encarcelados o exiliados, muchos bajo acusaciones poco fundadas, tendrán que esperar seguramente hasta la cita electoral de 2028.