El Ejército ruso reivindica que desbarató la mañana del domingo una gran ofensiva del Ejército ucraniano en cinco sectores del frente en dirección sur de Donetsk, en la rusófona región del Donbass.

En el asalto habrían participado seis batallones mecanizados y dos de tanques, según la versión rusa.

«El objetivo del enemigo era romper nuestras líneas en la que consideraban la parte más vulnerable del frente», añadió el Ministerio de Defensa, sin precisar el lugar exacto de la batalla pero acompañando su anuncio con un vídeo de lo que presentaba cómo blindados filmados desde el aire.

El jefe del Estado Mayor ruso, general Valeri Gerassimov, «se encontraba en uno de los puestos de mando avanzados en la zona». Las fuerzas ucranianas «no consiguieron su objetivo y perdieron a más de 250 hombres y 16 tanques, además de otros blindados».

Por contra, el líder prorruso de Donetsk, Alexander Jodakovski, se desmarcó de la versión oficial y reconoció «éxitos» ucranianos. «El enemigo nos ha puesto en una posición difícil», aseguró. Jodakovski matizó que los ataques al oeste de la ciudad de Vuhledar no serían tanto una operación a gran escala como varios movimientos tácticos.

COMBATES EN ZAPORIYIA

Las autoridades prorrusas en las zonas de la región de Zaporiyia (sur) bajo control de Moscú confirmaron un recrudecimiento de las operaciones ucranianas. «Por la mañana (por ayer) las Fuerzas Armadas de Ucrania se nos echaron encima en mayores cantidades que la víspera. Los ataques se llevan a cabo más al este que ayer. La situación es alarmante», alertó Vladimir Rogov, uno de los representantes de Moscú en Zaporiyia.

SAILENCIO DE KIEV.

Las autoridades ucranianas guardaban silencio sobre las ofensivas anunciadas por Moscú. Kiev afirma que lleva meses ultimando una gran contraofensiva. Ayer mismo, la cúpula militar ordenó a las tropas guardar silencio y aseguró que no habrá anuncio sobre su inicio. Eso sí, el centro de Comunicación Estratégica de las Fuerzas Armadas de Ucrania alertó contra «operaciones informativas psicológicas» rusas en las redes para crear una sensación de fracaso y desmoralizar a la sociedad ucraniana.

La viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, aseguró que Kiev «domina los altos» de los alrededores de la ciudad de Bajmut, donde habría logrado poner a las fuerzas rusas «a la defensiva» y situó los anuncios rusos como un intento de Moscú de «desviar la atención de sus reveses en el frente».

El gobernador de la región fronteriza rusa de Belgorod, Viatcheslav Gladkov, denunció una nueva incursión de saboteadores hacia la localidad de Novaia Tavoljanka y confirmó que los atacantes, combatientes rusos alineados con Ucrania, habrían hecho prisioneros entre los soldados federales rusos. La «Legión Libertad por Rusia», formada por desertores rusos y que participa en estos hostigamientos, aseguró que ha transferido a los soldados capturados a las autoridades ucranianas para su canje.

Los servicios secretos estadounidenses aseguran que Kiev ha formado una red de saboteadores rusos desafectos al Kremlin y con formación militar que usan las rutas de contrabando fronterizas para atacar a Rusia en su territorio.

Paralelamente, la región de Belgorod fue nuevamente castigada por los bombardeos ucranianos y por drones que llegaron hasta las regiones de Kursk y de Kaluga, esta última al lado de Moscú.

KADIROV Y WAGNER

El sátrapa checheno Ramzán Kadírov ofreció a su temida legión Ajmar para defender la frontera de las incursiones enemigas. Ajmat ha sustituido en el frente ucraniano a los mercenarios del Grupo Wagner como batallones de asalto en el Donbass.

El jefe de Wagner, Yevgeni Prigozhin, anunció la captura de un comandante ruso que habría abierto fuego contra sus mercenarios.

Para completar el cuadro, el consejero del alcalde ucraniano de Mariupol, informó de «fuertes explosiones» en el puerto del Mar de Azov, cerca de la planta Azovstal.