Joseba ITURRIA
ARRASATE
Elkarrizketa
aNE santesteban
Corredora del Laboral Kutxa-Fundación Euskadi (2024-26)

«Tenía otras ofertas, pero esta me hacía especial ilusión»

La mejor ciclista vasca del momento ha respondido a los 32 años, tras diez en el extranjero y con su mejor temporada, a la apuesta de Laboral Kutxa y la Fundación Euskadi por tener un conjunto vasco en el World Tour pese a que recibió ofertas de los mejores equipos, que le aseguraban un calendario que ahora no tiene garantizado. Ella quiere ayudar a conseguirlo.

(Jazki FONTANEDA | FOKU)

 

Ane Santesteban atiende a GARA en la sede principal de Laboral Kutxa a pocos kilómetros de donde empezó con el Debabarrena en la élite en 2009, cuando con 18 años acabó el último Tour antes de su renacimiento. Tras ser campeona estatal en 2013 con el Bizkaia-Durango y empezar a despuntar, entendió que no podía ser ciclista en casa y debía irse a Italia y vuelve al ver un proyecto ilusionante ahora que le ha tocado la fibra.

¿Qué significa estar en Arrasate, cerca de la sede del Debabarrena, donde empezó?

Venía a Eibar casi todos los domingos en invierno a entrenarme con el equipo y me hace mucha ilusión volver a donde todo empezó después de tantos años en el extranjero.

Ese año corrió el Tour con una última etapa reina entre Irun y Angelu ganada por Marianne Vos, en la que entró 24ª, con el tiempo de la 15ª...

De ese Tour recuerdo que venía de hacer Durango y la Bira y me dijeron que tenía que ir al Tour, pero que como era de primer año iba a correr una etapa o dos. Pero una vez de ponerme el dorsal, imposible. La última etapa se subía Erlaitz cerca de casa y era especial para mí, quise acabar y nunca lo olvidaré.

En aquel Tour había un nivel muy diferente. Sobre todo los últimos cinco años ha cambiado mucho, van creciendo los equipos, las carreras, el nivel cada vez es mayor. Este año se ve la gente mucho más fatigada porque en cada carrera el nivel y la exigencia son muy altos. Pero entonces era una carrera importante y el verte con las mejores subiendo te da esperanza, aunque luego vinieron momentos mucho más duros y superarlos te hace crecer.

Porque en los primeros años en Debabarrena (2009-2011) y Bizkaia (2012-13) asumió que aquí no podía ser ciclista...

Tenían licencia profesional, aunque te daban el maillot, la bicicleta y poco más, pero gracias a ellos estoy aquí, porque me llevaron a las mejores carreras, a Flandes, a Flecha, a la Bira, al Giro, y por eso tuve la oportunidad de ir a otros equipos. No puedo decir nada en contra de ellos, todo lo contrario, estoy superagradecida, pero las condiciones en las que estábamos no tienen nada que ver con las que ofrece Laboral Kutxa.

Te llega una edad en la que ponerte una bici no es suficiente, ves que tus amigas evolucionan en la vida, se independizan, consiguen cosas, y tú estás estancada porque no tienes ni para darte un masaje. Sabía que para progresar como ciclista debía salir fuera e hice las maletas. Fui a Italia en busca de eso y año a año he ido mejorando.

¿Qué balance hace de diez años en el extranjero?

Muy positivo, he evolucionado muchísimo como ciclista y persona, ves otras culturas, otros equipos, he pasado muchas penurias también los primeros años, pero los últimos he estado en uno de los mejores conjuntos del mundo y aprendes un montón. Cada año mi nivel ha ido mejorando, pero ahora ha llegado el momento de hacer esta apuesta porque quiero dar resultados y nivel al Laboral Kutxa, hacerle crecer y aportar otro tipo de cosas, como intentar enseñar a las jóvenes todo lo que he aprendido estos años.

Lo que da valor a su fichaje por Laboral Kutxa es eso, que llega en su mejor momento.

Ha sido mi temporada más regular y una de las mejores porque desde que empecé en Strade Bianche no he salido del Top 15 en las mejores carreras. Casi no he fallado en ninguna. No soy rápida y me cuesta rematar, pero tengo regularidad. Estoy siempre ahí, sobre todo en las vueltas, con la recuperación que tengo día a día voy a más.

¿Cómo prefiere el Laboral Kutxa a los World Tour que le aseguran un calendario que no tiene ahora garantizado?

Desde el principio del año hemos estado en contacto. Vi la apuesta que hacen por el ciclismo femenino, su ilusión por el proyecto, y eso me hizo interesarme en el equipo. Es cierto que tenía otras ofertas, pero esta me hacía especial ilusión, Siempre hemos pedido un equipo de casa para poder ir a las mejores carreras y ahora que se ha logrado es el momento. Llevo muchos años fuera, ellos creen en el proyecto, me hace ilusión volver y tiene sentido si estás en tu mejor momento para aportar resultados y hacer crecer juntos al equipo.

Va a haber diferencia porque los últimos años he estado en un equipo que en octubre me cerraban el calendario y sabíamos que íbamos a ir a esas carreras. Nunca me he preocupado de los puntos, pero asumo el reto de venir sin esa seguridad y me prepararé para llegar a las carreras siempre al 100%.

Su fichaje unido a la mejoría en el ránking UCI de este año, debe ayudar al Laboral Kutxa a debutar en Giro y Tour...

Me imagino que tener una corredora que ha estado tres veces en el Top 10 en el Giro y en este Tour octava puede ayudar a conseguir invitaciones. Es mi objetivo porque son las carreras que más me gustan y quiero estar ahí. Aitor Galdos y otras personas se encargan de eso y sé que luchan 100% para lograrlo.

¿Cuando empezó en 2009 esperaba lo que vive ahora?

Era impensable. Yo nunca pensaba que se podía llegar a este nivel de equipos, con semejante infraestructura, con un salario mínimo que en muchos equipos como el Jayco es el del World Tour de los chicos. Como era impensable ver tanta gente animando en las carreteras. Fui a reconocer la crono de Pau y la etapa del Aspin y Tourmalet y muchísima gente me paró diciendo que ya sabían el día de la etapa, que iban a estar viéndola, me pedían fotos... Eso hace unos años era impensable.

¿Nota que la aprecian porque se identifican con su forma de correr dándolo todo siempre?

No tengo un talento como otras corredoras que desde los 18 años ganan carreras, pero sí las ideas claras de lo que quiero. Sé lo duro que he trabajado para llegar hasta aquí y las penurias que he pasado por el camino. La gente se identifica con esa persona que a base de trabajo y de ilusión, de poder soñar, he demostrado que se puede lograr lo que quieres.

¿A qué penurias se refiere?

Recuerdo hacer en la Flecha Valona la 12ª o 13ª y llegaba a casa y tenía que pedir dinero para un masaje o comprar barritas. No tenía para vivir del ciclismo ni para nada y hubo algún momento que pensaba ‘¡qué injusto es esto!’. Miraba la clasificación de los chicos y, ya sé que no se puede comparar, pero el que hacía el mismo puesto ganaba mucho dinero. Era duro aceptar eso...

¿Por qué rechazó la oferta de Movistar para volver y acepta la de Laboral Kutxa ahora?

En ese momento quería estar en un equipo que me diera la oportunidad de ser líder y Movistar no me lo podía ofrecer. Son momentos diferentes, y lo de Laboral Kutxa no es el equipo, todo el proyecto me ha llamado y me hace tener ilusión. Es algo que me ha tocado por dentro. Lo he dejado todo. Tenía ofertas de muchos equipos del World Tour, pero he decidido hacer la apuesta de venir a este equipo y me da igual no correr el Giro o el Tour.

Porque a diferencia de otros, no es un equipo masculino que saca el femenino por quedar bien o por pedirlo la UCI...

Estoy cansada de tener que luchar por la igualdad, de demostrar día a día que merezco las mismas condiciones. No quiero estar en una estructura que tengan el equipo porque lo tienen que tener. Desde el primer momento me demostraron que creen en este proyecto. Lo más fácil es tener un equipo de chicos, pero han apostado por el ciclismo femenino. Y eso ya hace diferente el proyecto y me lleva a sentir que, si ellos han hecho esta apuesta, yo quiero formar parte, quiero hacerlo crecer igual que ellos. Si todos juntos luchamos en la misma dirección las cosas se van a conseguir.

¿Siente que los vascos agradecemos que venga al Laboral Kutxa para ayudarle a correr las mejores carreras y acceder al World Tour a costa de renunciar a la seguridad de estar ahí porque no es normal?

La gente en la calle agradece mi apuesta. Tengo mis razones y no me arrepiento en ningún momento. Después de apalabrarlo, tenía muchas ofertas del World Tour y mi equipo intentó luchar para que me quedara al 100%, me dijeron que me daban lo que quisiera. Les agradecí todo lo que habían hecho. Les dije que no es ni lo económico ni lo deportivo. Es todo junto lo que hace que crea en este proyecto. Es la apuesta y todos lo entendieron a la perfección porque los que han vivido el ciclismo, sea masculino o femenino, saben el sentimiento que hay aquí, que son proyectos diferentes.

Porque la apuesta de Laboral Kutxa ha sido grande al comprometerse hasta 2029 y marcarse el objetivo del World Tour cuando era uno de los equipos más modestos...

Son cosas que hacen especial este proyecto. Sabes que tienes la tranquilidad de un proyecto a largo plazo en que las corredoras firman dos o tres años. No tienen que demostrar cada día resultados para tener contrato el siguiente. Eso te permite tener tranquilidad a todos, al equipo y las corredoras, para pensar solo en dar tu mejor nivel y rendir. Llegar al World Tour es el objetivo de todas las corredoras y creo que tal como evoluciona el equipo, si no es ahora, dentro de unos años se va a conseguir.