Raimundo FITERO
DE REOJO

Mis neuronas vagas

Cada vez que un investigador en neurociencia se intenta explicar, los menús de los restaurantes veganos se convierten en obras surrealistas. György Buzsáki es una eminencia en la materia y dice, para empezar, que es nómada por ser húngaro. Y suelta nociones de los últimos descubrimientos en las reacciones dentro de nuestra caja craneal y no caben dudas de que estamos en una nueva fase de la vida de los homínidos sobre la Tierra, al menos desde la ciencia se va desmontando mitologías que se han ido incrustando por las influencias de las religiones y los esquemas políticos dominantes.

Resumo algunos de los impactos más sorprendentes. Asegura este hombre que Einstein no sabría comprar por Amazon. Despacio, que tiene su miga esta aseveración. Y explica que no somos más listos que las abejas y que no se puede hacer de la evolución otro dios. Un experimento: poner a un ser humano a escuchar a Pink Floyd y escanear su cerebro para ver qué sucede. Después hacer lo mismo con una rata y comprobar que es exactamente igual el gráfico resultante. Con tono profesoral suelta que sus descubrimientos son contraintuitivos, como la física cuántica, pero que son ciertos.

Por eso me pongo alerta con mis neuronas vagas pues parece ser que solamente el veinte por ciento de ellas hacen el trabajo del ochenta por ciento de nuestro cerebro En el mejor de los casos. Porque hay unos seres que deben andar en peores porcentajes y están buscando de manera extraña la repetición de las elecciones. Y es que las neuronas son partículas que se mueven por impulsos inmediatos.